viernes, 2 de junio de 2017

Enrique I de Francia ★ |•••► #FRANCIA #Genealogia #Genealogy ♛

Enrique I de Francia

Rey de Francia
Henri I.jpg
Información personal
Otros títulos Ducado de Borgoña (1016–1032)
Reinado 20 de julio de 1031 - 4 de agosto de 1060
Coronación 14 de mayo de 1027 (Catedral de Reims)
Nacimiento 4 de mayo de 1008
Reims
Fallecimiento 4 de agosto de 1060
Vitry-aux-Loges
Predecesor Roberto II de Francia
Sucesor Felipe I de Francia
Familia
Dinastía Dinastía de los Capetos
Padre Roberto II
Madre Constanza de Arles
Descendencia
Con Ana de Kiev
Felipe (1052 - 1108) Red crown.png
Robert (1054-1063)
Emma (1055-1109)
Hugo el Grande

Enrique I de Francia (Reims, 4 de mayo de 1008 - Orleans, 4 de agosto de 1060), rey de Francia del 1031 hasta su muerte. Segundo hijo de Roberto II y de Constanza de Arles.

Asociado al trono por su padre a la muerte de su hermano mayor, Hugo, en 1025. Fue coronado como rex designatus en la Catedral de Reims como Rey el 14 de mayo de 1027.

A la muerte de Roberto II, disputó la corona de Francia con su hermano menor, Roberto el Viejo. Hechas las paces entre los hermanos (1032), Enrique le cedió el Ducado de Borgoña a Roberto.

Debido a la dificultad de gobernar a los señores feudales todavía demasiado conscientes de su poder y soberanía, este rey ha sido llamado en la historiografía como rey de París para evidenciar así que su poder se mostraba bastante mermado.1

Tutor de quien sería más tarde Guillermo el Conquistador, aunque con posterioridad se enfrentaría a él en dos batallas que perdería entre 1054 y 1058 por Normandía.

Casado en primeras nupcias con Matilde de Frisia y en segundas nupcias con la princesa Ana de Kiev (1024 - 1075), hija del Gran Príncipe Yaroslav I el Sabio de Kiev, de la cual tuvo tres hijos y una hija:

Felipe (1052 - 1108), Rey de Francia, con el nombre de Felipe I.
Roberto (1054-1063)
Emma (1055-1109)
Hugo el Grande (1057-1102), conde de Vermandois, esposo de Adelaida de Vermandois.

Felipe I de Francia ★ |•••► #FRANCIA #Genealogia #Genealogy ♛

Felipe I de Francia
Felipe I
Rey de Francia
Philip I of France · HHWXI28.svg
Información personal
Reinado 4 de agosto de 1060-29 de julio de 1108
Coronación 23 de mayo de 1059 (Catedral de Reims)
Nacimiento 23 de mayo de 1052
Tours
Fallecimiento 29 de julio de 1108
Melun
Predecesor Enrique I
Sucesor Luis VI
Familia
Casa real Casa de los Capetos
Padre Enrique I
Madre Ana de Kiev (1024 - 1075)
Consorte Berta de Holanda
Bertrada de Montfort
Descendencia Ver texto
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Felipe I1 (Tours, 23 de mayo de 1052 – Melun, 29 de julio de 1108), rey de Francia de 1060 a 1108.


Biografía®
Miembro de la dinastía de los Capetos, era hijo de Enrique I y de la princesa Ana de Kiev (1024 - 1075). Fue coronado como rex designatus siendo un niño, en 1059, y al año siguiente falleció su padre, actuando su madre de regente hasta el año 1066.

Felipe I tuvo que reprimir revueltas provocadas por el hambre que se extendieron por buena parte del territorio bajo su control. En 1077 firmó la paz con Guillermo el Conquistador, duque de Normandía, y desde su exitosa invasión y conquista de 1066, también rey de Inglaterra.

Durante el reinado de Felipe I, en 1095, tuvo lugar la Primera Cruzada, que no apoyó personalmente a causa de su conflicto con el papa Urbano II.

Felipe I murió en el castillo de Melun el 29 de julio de 1108 y fue enterrado en el monasterio de Saint-Benoît-sur-Loire y no en Saint-Denis con el resto de los monarcas capetos.

Matrimonio y descendencia®
Se casó en 1072 con Berta de Holanda, hija de Florencio I, conde de Holanda (1055-1094) y de Gertrudis de Sajonia. Sus hijos fueron:

Constanza (1078– v 1125), casada hacia 1097 con Hugo I de Champaña y posteriormente en 1106 con Bohemundo I de Antioquía.
Luis el Gordo (1081 - 1137), rey de Francia, con el nombre de Luis VI,
Enrique (1083- muerto joven),
Carlos (1085- 1096), fue abad.
Eudes (1086-1089).
Posteriormente Felipe I repudió a su esposa y se casó en 1092 con Bertrada de Montfort. Por tal motivo, fue excomulgado en 1094 por el obispo de Lyon. El papa Urbano II confirmó la medida en el Concilio de Clermont en 1095, levantándola a posterioridad, si el rey se separaba de Bertrada, cosa que Felipe I no cumplió. Con ella tuvo cuatro hijos:

Felipe (1093-1129), conde de Mantes, casado con la hija de Guido II de Montlhéry;
Fleury (1093-1147);
Cecilia (1097-1145), casada, en primeras nupcias, con Tancredo de Galilea y, en segundas, con Ponce de Trípoli, conde de Trípoli (1098-1137));
Eustaquia (¿?-¿?).


Predecesor:
Enrique I Rey de Francia
1060 – 1108 Sucesor:
Luis VI

Luis VI de Francia ★ |•••► #FRANCE #Genealogia #Genealogy ♕

Luis VI, el Gordo o el Batallador1 (en francés, Louis VI le Gros) (París, 1 de diciembre de 1081 - ¿?, 1 de agosto de 1137) en el castillo real de Béthisy-Saint-Pierre.2 rey de Francia de 1108 a 1137.

Biografía®
De la dinastía de los Capeto, nació en París, fue hijo de Felipe I de Francia y Berta de Holanda (1055 - 1094).3 Rey enérgico, tuvo un colaborador fiel en la persona de Suger, abad de Saint-Denis.

Matrimonio y descendencia®
Se casó en dos ocasiones, la primera en 1104 con Luciana de Rochefort (matrimonio que fue anulado), y la segunda en 1115 con Adela de Saboya (1100-1154). Con esta última mujer, considerada fea, pero atenta y piadosa, nacieron siete hijos y una hija:

Felipe (1116-1131) no confundir con su hermano, del mismo nombre, muerto muy pronto a causa de una caída de caballo;
Luis el Joven (1120- 1180), rey de Francia, con el nombre de Luis VII;
Enrique (1121- 1175), obispo de Beauvais (1149 – 1161) y arzobispo-duque de Reims (1161 – 1171);
Hugo (v. 1123) muerto joven;
Roberto (v. 1123 – 1188) llamado Roberto el Grande, conde de Dreux (1137 – 1184), conde de Perche;
Constanza (v. 1124 – 1180) casada en primeras nupcias en 1140 con Eustaquio IV (1127-1153), llamado Eustaquio de Blois, conde de Bolonia, sin posteridad conocida. Casada en segundas nupcias en 1154 con el conde Raimundo V de Tolosa (1134 – 1194);
Felipe (v. 1125 – 1161), obispo de París;
Pedro (v. 1125 – 1182), casado en 1152 con Élisabeth de Courtenay (v. 1135 – 1206) dama de Courtenay.
Roberto I de Dreux y Pedro I de Courtenay son el tronco de dos importantes líneas.

Curiosidades®
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Luis VI de Francia a punto estuvo de caer en manos inglesas durante la Batalla de Bremule en 1119, en Normandía, contra el ejército de Enrique I. Un soldado normando consiguió asir las riendas de su caballo y, eufórico, gritó: "¡He capturado al Rey!". Sin embargo, el monarca galo golpeó enfurecido a su captor y, mientras huía, dijo: "Un rey nunca puede ser capturado ¡ni siquiera en el ajedrez!".4

Notas®
Volver arriba ↑ Académie des inscriptions et belles-lettres Histoire littéraire de la France 1841 página 656
Volver arriba ↑ Louis VI sur le site Foundation for Medieval Genealogy
Volver arriba ↑ Philippe Delorme Aliénor d'Aquitaine : épouse de Louis VII, mère de Richard Coeur de Lion 2001, página 86
Volver arriba ↑ Isabel Margarit (2006) - Historia y Vida - 495 - Tesoros del Nilo. Editorial: Prisma Publicaciones. ISSN 0018-2354.



Predecesor:
Felipe I Rey de Francia
1108 – 1137 Sucesor:
Luis VII

Luis VII de Francia ★ |•••► #FRANCIA #Genealogia #Genealogy ♛

Luis VII de Francia,1 llamado Luis el Joven (1120 — Melun, 18 de septiembre de 1180), fue Rey de Francia de 1137 a 1180, el sexto en línea directa de la dinastía de los Capetos. Era hijo de Luis VI y de Adela de Saboya (v. 1100-1154). Se casó con: Leonor de Aquitania, Constanza de Castilla (1140-1160) y Adela de Champaña. Su hijo Felipe Augusto fue su sucesor.


Principio del reino®
Fue consagrado rex designatus en Reims el 25 de octubre de 1131 por el papa Inocencio II tras la muerte accidental de su hermano mayor Felipe (1116-1131). Después de morir su padre, Luis el Gordo fue coronado en Bourges el 25 de diciembre de 1137.

Antes de morir, su padre había concertado su matrimonio con Leonor de Aquitania (1122 – 1204), hija de Guillermo X de Poitiers, duque de Aquitania y Leonor de Châtellerault, matrimonio que tuvo lugar en Burdeos el 25 de julio de 1137. Este ventajoso matrimonio le proporcionó un dominio real casi triplicado ya que la joven esposa aportó con su dote la Guyena, Gascuña, Poitou, Lemosín, Angoumois, Saintonge y Périgord, es decir, una parte del Midi y de Oeste de Francia, equivalente a 19 ciudades actuales. El carácter del rey, devoto, ascético (quería ser monje) ingenuo y torpe, poco enérgico e indeciso, se aviene mal con el carácter fuerte de Leonor; sin embargo, los diez primeros años parecen discurrir sin problemas.

Luis VII apartó a su madre de la Corte, pero conservó a los consejeros de su padre, entre ellos al abad de Saint-Denis, Suger. Continuó con la misma política llevada por su padre y revalorizó el dominio real. Ese mismo año empiezan los trabajos de construcción de la basílica de Saint-Denis. Hizo múltiples concesiones a las comunidades rurales, fomentó la agricultura y favoreció la emancipación de los siervos. Propició el favor de las ciudades concediendo cartas de burguesía (mediante esta concesión los burgueses obtenían una serie de beneficios y los municipios se administraban de un modo independiente al señor feudal) (Étampes, Bourges), (Reims, Sens, Compiègne, Auxerre), agrupándolos alrededor de sus dominios. Y mantuvo la elección de los obispos consagrados al poder real.

En mayo de 1141, Luis VII se enfrenta al conde Teobaldo II de Champaña y al papa Inocencio II, con motivo de la toma de posesión del obispado de Langres, ya que él quería que fuera elegido un monje de Cluny, candidato Bernardo de Claraval. De nuevo vuelve a oponerse al Papa en 1141 intentando imponer su candidato para la sede de Bourgues contra Pierre de la Châtre (apoyado por el sumo pontífice). El Papa excomulga a Luis y Pierre de la Châtre se refugia en Champaña. El rey invade el condado y a su paso incendia, durante el verano de 1142, Vitry-en-Perthois y su iglesia, en la cual se hallaban refugiados los habitantes de la villa.

Para zanjar definitivamente el problema, el rey firma el tratado de Vitry con el conde Teobaldo II en el otoño de 1143, aceptando la elección de Pierre de La Châtre y consiguiendo que se anule el veto que pesa sobre el reino; el 22 de abril participa en la conferencia de Saint-Denis para solucionar el conflicto surgido entre la Santa Sede y él.

La segunda cruzada®
Artículo principal: Segunda Cruzada
Para sellar el acuerdo, el rey acepta tomar parte en la Segunda Cruzada alentada por Bernardo de Claraval y, cerca de la Navidad de 1145, Luis VII anuncia su decisión de unirse a ella para socorrer a los Estados cristianos de Palestina, amenazados por los turcos que acababan de invadir el condado de Edesa en 1144 y perpetraron la masacre de centenares de cristianos. En 1146 el rey toma la cruz, a la vez que numerosos barones, durante la asamblea de Vézelay.


Géza II de Hungría y Luis VII de Francia. Imagen de la crónica ilustrada húngara. Siglo XIV.
El 11 de junio, el rey Luis VII y Leonor parten para la Segunda Cruzada al mando de 300 caballeros y una cuantiosa armada, seguidos por decenas de millares de peregrinos. Salen de Metz y pasan por el valle del Danubio, donde son recibidos por la armada del emperador que ya los aguardaba en el Reino de Hungría. El rey Géza II de Hungría recibió a los reyes cruzados y veló porque estuviesen provistos de alimentos y refugio. Si bien el rey húngaro no tenía relaciones estrechas con el emperador germánico, sí las tenía con Luis VII, y a su llegada, Géza II en 1147 le pidió al rey francés que fuese el padrino de bautismo de su hijo Esteban. Luego de hacer escala, en Hungría, los ejércitos cruzados continuaron a través de Asia menor para ir a Constantinopla donde llegaron el 4 de octubre de 1147.

La Segunda cruzada parecía que tenía un buen comienzo, ya que estaba dirigida por los dos soberanos más poderosos de Occidente, que además, al estar instruidos por la experiencia de la Primera cruzada, la organizaron de forma muy estricta. Pero las relaciones se envenenaron rápidamente entre franceses y alemanes, y sobre todo entre cruzados y bizantinos. Conrado III y Luis VII perdieron las cuatro quintas partes de sus efectivos militares intentando atravesar Anatolia, en donde fueron diezmados por los turcos, la carestía y la enfermedad. Por último, después de desembarcar con el resto de sus tropas cerca de Antioquía, que estaba en manos de Raimundo de Poitiers, joven tío de Leonor de Aquitania, quien les recibió con muchas atenciones, los dos soberanos se estrellaron ante Damasco. Conrado y los alemanes reembarcaron el 8 de septiembre de 1148.

Raimundo esperaba que Luis VII le ayudara a combatir al enemigo que le había despojado de algunos de sus territorios, pero el rey sólo pensaba en ir a Jerusalén. Leonor intenta, en vano, convencer a su marido para que ayude a su tío Raimundo, pero el rey prefiere los consejos del templario eunuco Thierry de Galeran. Después los cronistas de la época se enfurecen y la culpan de adulterio: Guillermo de Tiro la acusa también de un incesto con su propio tío.

Luis VII, obliga a Leonor a seguirle y deja Antioquía, llegando a Jerusalén en cumplimiento del peregrinaje que se había impuesto. En junio de 1148, intenta tomar Damasco, ante la que su armada está esperando. La pareja real permanece un año en Tierra Santa antes de volver por mar, y por separado, a Francia. El rey es, allí mismo, apresado por los bizantinos, siendo liberado por el normando Roger II de Sicilia. En la primavera de 1149, Luis VII, muy afectado por el exceso de sus desgracias conyugales, abandona Jerusalén. La decepción en Occidente fue muy grande.

Al final, la participación de Luis VII en esta segunda cruzada resultó muy perjudicial para el futuro del reino, porque la expedición repercutió de manera negativa sobre todos sus planes:

Financiera, porque esta expedición empobreció considerablemente el tesoro real.
Política, porque el rey no se ocupó directamente del reino durante los dos años de ausencia y, en consecuencia, disminuyó su poder sobre los grandes feudales.
Militar, porque la cruzada fue una sucesión de derrotas militares y una parte de su caballería y de la gran armada fueron sacrificadas.
Dinástica y patrimonial, porque esta cruzada provocó la ruptura del rey con Leonor.
Territorial porque, tras la separación, Leonor recuperó todos los feudos que había aportado con su dote.
Estratégica, porque Leonor al casarse con el futuro rey de Inglaterra proporcionó inmensos territorios a la corona de Inglaterra, permitiendo así la presencia, en el continente, de un temible competidor para el rey de Francia. Por su matrimonio el rey Enrique II de Inglaterra, reinó sobre un territorio que se extendía desde Escocia a los Pirineos, comprendiendo Inglaterra, Anjou, Maine, Normandía, Aquitania y Bretaña.
La separación de Leonor®
Durante el viaje de vuelta a Francia, en noviembre de 1149, Luis VII pensó en separarse de Leonor. Pero el papa Eugenio III, tras una parada en la Abadía de Montecasino, y después el abad Suger consiguieron reconciliarlos y, en 1150, nació su segunda hija, Alix de Francia (1150-1195).

Sin embargo, tras el fallecimiento de Suger en 1151 por cuanto éste desaconsejaba la separación al considerar las valiosas posesiones de Leonor (mayores que las de Luis) y lo peligroso que sería sacarlas del gobierno del rey, éste, deseando llevarla a cabo, encuentra, en el concilio de Beaugency, el motivo para la misma: la última abuela de Leonor, Eduarda de Borgoña, era la nieta de Roberto el Piadoso, abuelo del rey (en 9º grado civil, pero en 5º grado canónico), y este hecho propicia la anulación del matrimonio el 18 de marzo de 1152. Leonor recobra la dote y el 18 de mayo de 1152 se casa, en segundas nupcias, con el conde de Anjou, Enrique II Plantagenêt, que será el rey de Inglaterra en 1154. Él tenía 19 años y ella 30.

En la primavera de 1154, Luis VII se casa, en segundas nupcias, con Constanza de Castilla (1136-1160) hija de Alfonso VII con la que tiene dos hijas, Margarita de Francia (1158-1197) y Adela de Francia (1160 -1221). La reina Constanza de Castilla muere el 4 de octubre de 1160 durante el parto de Adela.

Rivalidad con Enrique II de Inglaterra®
La anulación del matrimonio de Luis VII y Leonor fue el principio de una rivalidad continua entre los reinos de Francia e Inglaterra, que duró hasta mediados del siglo XIII. Luis VII apoya las revueltas de Bretaña y de Poitou contra Inglaterra, así como las de los hijos de Enrique II contra su padre. Contribuye a esta situación:

El despotismo de Enrique II Plantagenêt, que involucra en las revueltas a sus grandes vasallos.
El apoyo de clero al rey de Francia en razón a la piedad de Luis VII y a los estrechos lazos históricos entre el episcopado y el reino capetiano.
La rebelión de los hijos de Enrique II que exigen el patrimonio y encuentran refugio y protección al lado de Luis VII y que son apoyados por su madre Leonor de Aquitania.
En 1158, Luis VII y Enrique II Plantagenêt se reconcilian y conciertan el matrimonio entre Margarita de Francia y Enrique el Joven. Sosiego de corta duración, pues en marzo de 1159, Enrique II ataca al conde de Tolosa y, durante el verano, Luis VII obliga al rey de Inglaterra a levantar el asedio de Tolosa.

En 1160 Enrique II rinde homenaje al rey Luis VII en Normandía en nombre de su hijo Enrique el Joven. Luis VII se alía con los condes de Flandes y de Champaña y se casa, el 13 de noviembre, en terceras nupcias, con Adela de Champaña (o Adela de Blois).

Ante el enfrentamiento entre Enrique II Plantegenêt y Tomás Becket, arzobispo de Canterbury, el rey de Francia apoyó al arzobispo. Finalmente cuatro caballeros fieles a Enrique II asesinan al arzobispo.

En 1172 y 1173, Luis VII incita a Enrique y Ricardo, los hijos de Enrique II Plantagenêt a rebelarse contra su padre. A finales del 1173, Luis VII y Enrique II firman una tregua provisional y deciden, hacia la primavera de 1174, casar a sus hijos Alix de Francia y Ricardo Corazón de León.

En 1177, el Papa impone a Enrique II la conclusión del tratado de Ivry, firmado el 21 de septiembre, por medio del cual los dos reyes se juran amistad; a este tratado le siguió, el 22 de junio de 1180, la firma de un pacto de no agresión.

El 1 de noviembre de 1179, Luis VII hizo consagrar a su hijo Felipe Augusto y, consumido por una enfermedad, abandona el poder al año siguiente. El 18 de septiembre de 1180, Luis VII muere en Melun a causa de una caquexia paralítica. Al día siguiente, es inhumado en la abadía real de Saint-Port en Barbeau que él fundó cerca de Fontaine el Port, a orillas del Sena, entre Melun y Fontenebleau. Su hijo Felipe Augusto le sucedió, aunque ya ejercía el poder desde el 28 de junio de 1180, día en que su padre lo dejó en sus manos.

Balance del reinado®
Aunque educado para ser monje o fraile antes que rey, Luis VII jugó un papel importante en la historia de Francia:

Consolidó el poder real en las provincias que estaban bajo su influencia y combatió el poder feudal.
Se rodeó de consejeros de gran cualidad y publicó unas ordenanzas importantes para la gestión del reino.
El reino de Francia se enriqueció bajo su reinado, la agricultura se transformó y ganó en productividad, la población aumentó, el comercio y la industria se desarrollaron, se produjo un verdadero renacimiento intelectual y el territorio se llenó de castillos-fuertes construidos en piedra.
Sin embargo, la segunda cruzada fue calamitosa y la separación de Leonor de Aquitania fue un tremendo error, ya que procuró a un vasallo menor el medio de imponerse, situando al rey de Francia en inferioridad territorial por más de medio siglo. Necesitó la colaboración de tres grandes reyes: Felipe Augusto, Luis VIII el León y San Luis, para enderezar la situación y llegar a minimizar las consecuencias de aquella equivocada decisión.

Hijos®
Con Leonor de Aquitania:

María (1145 - 1198), casada en 1164 con Enrique I de Champaña, conde de Troyes, llamado el Liberal. Regente del Condado de Champaña de 1190 a 1197;
Alix ó Alicia (1150 -1195) casada con Teobaldo V de Blois, llamado el Bueno (1129-1191), conde de Blois (1152 -1191).
Con Constanza de Castilla, (1140 – 1160), hija de Alfonso VII:

Margarita de Francia (1158 - 1197), casada en 1172 con el príncipe de Inglaterra Enrique de Plantegenet, (muerto en 1183), y en 1186, con el rey Bela III de Hungría;
Adela (1160 -1221) (o Alix, condesa de Vexin), casada en 1195 con Guillermo III de Ponthieu (o de Montgomery).
Con Adela de Champaña (o Adela de Blois):

Felipe Augusto (1165 – 1223), rey de Francia con el nombre de Felipe II;
Inés de Francia (1171-1240), emperatriz bizantina por su matrimonio con Alejo II Comneno 1180, emperador de Constantinopla (1167- 1183). Después, por otro matrimonio en 1183 con Andrónico I Comneno, emperador de Constantinopla (1110- 1185). Hacia 1204 se casa con Teodoro Branas, señor de Adrianópolis.
Tuvo el rey además un hijo ilegítimo:

Felipe (fallecido joven en 1161).
Notas®
Volver arriba ↑ Généalogie de Louis VII sur le site Medieval Lands
Ancestros®
Ancestros de Luis VII de Francia[mostrar]
Bibliografía®
Jacques le Goff, Historia Universal siglo XXI, La Baja Edad Media, ISBN 84-323-0004-7.
Enlaces externos®
 Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Luis VII de Francia.


Predecesor:
Luis VI Rey de Francia
 Arms of the Kingdom of France (Ancien).svg

1137 – 1180 Sucesor:
Felipe II

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Felipe II de Francia
Rey de Francia
Philip II of France paplegat.jpg
Información personal
Reinado 18 de septiembre de 1180 - 14 de julio de 1223
Coronación 1 de noviembre de 1179 (Catedral de Reims)
Nacimiento 21 de agosto de 1165
Gonesse
Fallecimiento 14 de julio de 1223
Mantes-la-Jolie
Predecesor Luis VII de Francia
Sucesor Luis VIII de Francia
Familia
Dinastía Dinastía de los Capetos
Padre Luis VII de Francia
Madre Adela de Champaña
Consorte Isabel de Henao
Isambur de Dinamarca
Inés de Merania
Descendencia Con Isabel:
Luis el León Red crown.png
Roberto y Felipe (gemelos muertos al nacer, en 1190)
con Inés:
María (1198 – 1224)
Juan Tristan (muerto al nacer, en 1200)
Felipe (1201 – 1234)
Con «cierta dama de Arrás»:
Pierre Charlot (1205 – 1249), obispo de Tours.
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Escudo de Felipe II de Francia
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Felipe II de Francia, llamado Augusto (Gonesse, 21 de agosto de 1165 – Mantes-la-Jolie, 14 de julio de 1223), fue el séptimo rey de la dinastía de los Capetos, hijo y heredero de Luis VII de Francia el Joven y de Adela de Champaña. Ocupó el trono de Francia entre 1180 y 1223.

Felipe Augusto es uno de los monarcas más admirados y estudiados de la Francia medieval no sólo en razón a su largo reinado, sino también por sus importantes victorias militares y, sobre todo, por el desarrollo de los proyectos llevados a cabo para asegurar el poder real frente a los grandes señores feudales.


Comienzos del reinado (1179-1189)®

Coronación de Felipe II Augusto.
El nacimiento de Felipe Augusto en 1165 fue acogido como un milagro por la familia real. Luis VII esperó cerca de treinta años un heredero y fue su tercera esposa, Adela de Champaña, la que le dio el hijo tan esperado. Una espera que le valió a Felipe II el sobrenombre de Dieudonné (don de Dios).

Consagración®
Felipe II fue consagrado como rex designatus a los 14 años, en 1179. La ceremonia de la consagración, no obstante, tuvo que aplazarse: víctima de un accidente de caza, la vida del joven príncipe estaba en peligro. Tal gravedad fue motivo suficiente como para que Luis VII se desplazase, pese a lo delicado de su salud, a descansar sobre la tumba de Tomás Becket, el arzobispo de Canterbury muerto en 1170. Felipe Augusto fue consagrado, finalmente, en Reims por su tío el arzobispo Guillermo de Blois el 1 de noviembre de 1179. Luis VII, su padre, murió el 18 de septiembre de 1180. Felipe Augusto, rey de Francia, tenía sólo quince años.

Una de las primeras decisiones que tomó Felipe Augusto fue la de expulsar, en abril de 1182, a los judíos y confiscar todos sus bienes, una decisión que rompía con la protección acordada por Luis VII. El motivo oficial designaba a los judíos como responsables de diversas calamidades, pero el motivo real era el de reforzar, sobre todo, a las casas reales, una decisión sin duda temeraria al comienzo de su reinado. Estas medidas no duraron mucho: la interdicción del territorio, por entonces difícil de hacer respetar, terminó en 1198 y la actitud conciliadora de Luis VII volvió a imponerse como norma.

Rivalidades de poder®
Consciente de la debilidad del poder real, Felipe Augusto supo ponerse rápidamente a la altura de las circunstancias. Su matrimonio con Isabel de Henao en 1180 le aportó como dote el Artois y, en junio de ese mismo año, tres meses antes de la muerte de su padre, firmó el tratado de Gisors con Enrique II de Inglaterra. Dos acontecimientos que vinieron a reforzar la posición del joven rey frente a las casas de Flandes y de Champaña.

En 1181, el conflicto con los barones dirigido por Felipe de Alsacia, conde de Flandes, se reavivó. Felipe Augusto consiguió paralizar sus pretensiones rompiendo las alianzas que mantenía con el duque de Brabante y con el arzobispo de Colonia. En julio de 1185, el tratado de Boves confirmó al rey la posesión de Vermandois, Artois y Amiénois.

Los Plantagenet eran otra de las mayores preocupaciones de Felipe Augusto. Las posesiones de Enrique II de Inglaterra y duque de Anjou comprendían Normandía, Vexin y Bretaña. Tras dos años de guerrear (1186-1188), la situación no terminaba de definirse. Felipe II intentó aprovecharse de la rivalidad existente entre los dos hijos del rey de Inglaterra: Ricardo Corazón de León, con el que se había aliado, y Juan sin Tierra. Finalmente, se negoció una paz de statu quo cuando el papa Gregorio VIII llamó a las cruzadas tras la toma de Jerusalén por parte de Saladino en 1187. La muerte de Enrique II en julio de 1189 cerró este episodio. La partida hacia Tierra Santa era prioritaria.

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La tercera Cruzada y la rivalidad con Ricardo I de Inglaterra (1190-1199)®
Artículo principal: Tercera Cruzada
La cruzada®
Felipe Augusto y Ricardo partieron juntos para la Tercera Cruzada con la mayor parte de los barones de Francia. Felipe desde Génova y Ricardo desde Marsella embarcaron cuando finalizaba el verano de 1190, fueron sorprendidos por las temporales invernales del Mediterráneo y tuvieron que detenerse durante varios meses en Mesina, Sicilia. Allí, la rivalidad latente entre ambos reyes se hizo patente con motivo de los proyectos matrimoniales de Ricardo, que rompió su promesa de matrimonio con Alix, hermanastra de Felipe, para comprometerse con Berenguela de Navarra. Felipe Augusto abandonó Mesina en cuanto pudo, el 30 de marzo de 1191.

Felipe Augusto llegó a Acre el 20 de abril de 1191 y participó en el asedio de la ciudad en manos de los musulmanes. Ricardo llegó en junio tras pasar por Chipre; el refuerzo inglés fue bien recibido pero las querellas entre ambos reyes surgieron de inmediato. Para agravar la situación, los dos se vieron afectados por la alopecia: atacados por altísimas fiebres perdieron los cabellos y las uñas. Felipe Augusto perdió también la visión de uno de sus ojos. A pesar de todo, las operaciones militares continuaron. Los franceses consiguieron atravesar por primera vez los muros de Acre el 3 de julio, pero sin éxito alguno; después fracasaron también los ingleses. Debilitados, los asediados capitularon el 12 de julio de 1191.

La cruzada acababa de empezar, pero Felipe decidió abandonar. La muerte del conde de Flandes el 1 de junio de 1191 tras el asedio (que Felipe acababa de conocer) fue el motivo principal de su marcha, ya que la misma reabrió el problema de la sucesión flamenca. En el camino de vuelta, Felipe se detuvo en Roma, donde el Papa le autorizó a dejar la cruzada. El rey entró en París el 27 de diciembre de 1191. La crónica de ese viaje entre Roma y París es uno de los testimonios que se conservan de las vías romeas medievales.

Véase también: Crónicas de las vías romeas medievales: Felipe Augusto (1191)
La sucesión flamenca®
Esta fue la primera preocupación de Felipe Augusto a su retorno de las cruzadas. La muerte del conde de Flandes sin descendencia alguna provocó la codicia de tres pretendientes: Balduino V de Henao, conde de Henao, Eleonor de Vermandois, condesa de Beaumont y Felipe Augusto.

Finalmente, Balduino fue designado heredero de la corona del condado de Flandes tras pagar 5000 marcos de plata. No obstante, Felipe Augusto otorgó mediante un escrito de 1192 Valois y Vermandois a Eleonora, territorios que deberían ser devueltos al rey cuando ésta muriera. El rey se quedó con Péronne y Artois en nombre de su hijo, el príncipe heredero Luis (futuro Luis VIII de Francia), como heredero de la reina Isabel de Henao fallecida en 1190. Las posiciones reales del Norte quedaron, de esta manera, considerablemente reforzadas.

El problema matrimonial®

Felipe II de Francia.
Tras el fallecimiento de la reina Isabel, Felipe Augusto era consciente de que tenía que volver a casarse lo más rápidamente posible. La sucesión dinástica no estaba realmente asegurada: su único hijo Luis apenas tenía cuatro años y ya había sufrido una grave enfermedad. La elección como esposa de Isambur de Dinamarca es un misterio. Tenía dieciocho años y era hermana del rey Canuto VI de Dinamarca. Se firmó el acuerdo matrimonial al que Isambur aportó una dote de 10.000 marcos de plata y la princesa se dirigió a Francia. Felipe e Isambur se encontraron en Amiens el 14 de agosto de 1193 y se casaron ese mismo día. Al día siguiente, Felipe Augusto aplazó la coronación de la reina y la recluyó en el monasterio de Saint-Maur-des-Fossés. Felipe Augusto declaró que quería que su matrimonio fuera anulado.

Las razones para esta precipitada separación, a la que siguieron siete años de reclusión de Isambur y, por parte de Felipe Augusto, la negativa más absoluta de reconocerla como reina, son desconocidas y dieron lugar a toda clase de especulaciones posibles tanto por parte de sus contemporáneos como por los historiadores. Para defender su postura y la anulación de su matrimonio, Felipe Augusto adujo una posible consanguinidad prohibida por la Iglesia. Una asamblea de obispos y de barones dio su consentimiento y aprobación para la nulidad y el rey se casó con Inés de Méran, joven bávara, en junio de 1196.

Pero el nuevo papa, Inocencio III, elegido en 1198 no estuvo de acuerdo con esa resolución. Deseando afirmar su autoridad, ordenó a Felipe Augusto que se separese de Inés y repusiese a Isambur como reina. Como quiera que Felipe Augusto desobedeció dicha orden, la excomunión fue pronunciada sobre todo el reino de Francia el 13 de enero de 1200. Felipe Augusto dejó la causa en suspenso e Isambur continuó en cautiverio siendo trasladada a la torre de Étampes. Finalmente, el rey organizó una ceremonia de reconciliación y la excomunión fue levantada. Pese a todo, la ceremonia no devolvió a Isambur a su lugar como reina, y el proceso de anulación matrimonial siguió su curso. Felipe Augusto era, en esos momentos, bígamo. El concilio de Soissons que se celebró en marzo de 1201 concluyó sin dar solución al problema de Felipe Augusto, que abrevió los debates renunciando a la anulación de su matrimonio. En julio de 1201, Inés de Méran murió en Poissy al dar a luz a un segundo heredero: Felipe. Antes, en 1198, había nacido María, reconocida por el Papa en noviembre de 1201. La crisis se dio por suspendida y la sucesión dinástica quedó asegurada.

Felipe Augusto retomó el proceso de anulación en 1205 aduciendo la no consumación del matrimonio. Intentó forzar los acontecimientos pretendiendo casarse una tercera vez y constató, definitivamente, que todos sus proyectos sobre este asunto resultaban inútiles. El rey terminó por romper las negociaciones para la anulación en 1212 de la misma manera abrupta en que lo había hecho en 1201 y, resignado, aceptó que Isambur ocupara su lugar como reina de Francia, aunque jamás tuvo con ella relaciones conyugales.

La lucha contra Ricardo Corazón de León®
Ricardo Corazón de León continuó la cruzada tras la marcha de Felipe Augusto. Conquistó los principales puertos palestinos llegando hasta Jaffa y restableció el reino latino de Jerusalén, aunque la ciudad propiamente dicha no pudo ocuparla. Negoció, por último, una tregua de cinco años con Saladino y reembarcó en el mes de octubre de 1192. Las tempestades invernales volvieron a sorprenderle y tuvo que refugiarse en Corfú, donde fue capturado por el duque Leopoldo de Austria, que le puso en manos de su enemigo, el emperador alemán Enrique VI.

Felipe Augusto aprovechó la ocasión para negociar con Juan sin Tierra, el hermano menor de Ricardo que no creía que este regresara. Esperando recuperar la corona inglesa gracias al apoyo de Felipe Augusto, le rindió vasallaje en 1193. Después, tras el ataque de Felipe Augusto a las posesiones de los Plantagenet, Juan sin Tierra cedió al rey de Francia el este de Normandía, excepto Ruan, Vaudreuil, Vernuil y Évreux, por medio de un acuerdo firmado en enero de 1194.

Ricardo fue finalmente liberado en 1194 y su respuesta fue inmediata. Obligó a Felipe Augusto a renunciar a la parte esencial de sus recientes conquistas por medio de un primer tratado llevado a cabo en enero de 1196. Las luchas entre ellos se reiniciaron y Ricardo invadió Vexin (1197-1198). Los dos reyes buscaban apoyos, mientras Inocencio III, que trataba de poner en pie una nueva cruzada, les obligó a negociar. La situación se arregló de manera súbita: durante el asedio al castillo de Châlus, en 1199, Ricardo fue alcanzado por una flecha muriendo pocos días después, el 6 de abril, cuando contaba cuarenta y un años.

Las grandes conquistas (1199-1214)®
Las victorias frente a Juan sin Tierra®
La sucesión de Ricardo Corazón de León no resultó fácil: Juan sin Tierra tenía frente a sí a Arturo I de Bretaña (doce años), hijo de su hermano mayor Godofredo II de Bretaña, muerto en 1186, un serio pretendiente al trono. Felipe Augusto aprovechó la rivalidad existente entre ambos y, de la misma manera que se había aliado con Juan contra su hermano Ricardo, se alió esta vez con Arturo contra Juan. Felipe Augusto recibió el vasallaje del conde de Bretaña en la primavera de 1199. Esto le permitió negociar, en posición superior, con Juan sin Tierra el tratado de Goulet firmado en mayo de 1200, que resultó favorable para Felipe Augusto. Este tratado selló asimismo el matrimonio entre Luis VIII de Francia y Blanca de Castilla, sobrina de Juan.

Sin embargo, las hostilidades no cesaron y se concentraron en Aquitania. Felipe se alió, por una parte, con Arturo y, por otra, llamó a Juan, su vasallo según el tratado de Goulet, para intervenir en sus acciones en Aquitania y Tours. Juan, naturalmente, no se presentó, y la corte de Francia decretó la confiscación de todos sus feudos.

La siguiente batalla se desarrolló en el terreno militar. En la primavera de 1202, el rey emprendió el asalto de Normandía, mientras que Arturo atacaba Poitou. Pero el joven conde fue sorprendido por Juan durante el asedio de Mirebeau, donde fue hecho prisionero junto con sus tropas. Arturo de Bretaña desapareció durante los meses siguientes y, probablemente, fue asesinado a principios de 1203. Felipe Augusto aseguró su apoyo a los vasallos de Arturo y volvió a atacar Normandía durante la primavera de 1203. Desmanteló la defensa de los castillos normandos, conquistó Le Vaudreuil y puso sitio al Castillo-Gaillard en septiembre de 1203. Por su parte, Juan cometió el terrible error de abandonar Normandía para regresar a Inglaterra en diciembre de 1203. El Castillo-Gaillard fue tomado el 6 de diciembre de 1204.

Felipe Augusto pudo invadir, entonces, al mismo tiempo Normandía: Falaise, Caen, Bayeux y, por último Ruan, que capituló el 24 de junio de 1204, al darse cuenta de que no llegaba la ayuda de las tropas de Juan. Verneuil y Arques cayeron inmediatamente después afirmando el éxito de Felipe Augusto que acababa de conquistar toda la Normandía en dos años de campaña. Felipe se dirigió luego hacia el valle del Loira y tomó en primer lugar Poitiers en agosto de 1204, y en 1205 conquistó Loches y Chinon. Finalmente, Juan y Felipe, concertaron una tregua en Thouars que se hizo efectiva el 13 de octubre de 1206.

La consolidación de las conquistas®
Durante todo el período comprendido entre 1206 y 1212, Felipe Augusto se dedicó a consolidar sus conquistas territoriales. El dominio capetiano fue bien aceptado en Champaña, Bretaña y Auvernia, pero los condados de Boulogne y Flandes plantearon más problemas.

Renaud de Dammartín, conde de Boulogne, constituía su primer punto de preocupación. Pese a las atenciones de Felipe Augusto, que en 1210 casó a su hijo Felipe de Hurepel con Matilde, hija de Renaud. Este último negoció con el bando enemigo, y las sospechas de Felipe Augusto aumentaron cuando el conde empezó la fortificación de Mortain, en la Normandía occidental. En 1211, Felipe Augusto pasó a la ofensiva y tomó Mortain y Dammartín. Renaud de Dammartín huyó y se refugió en el condado de Bar, con lo que dejó de representar un problema inmediato.

En Flandes se inició un período de incertidumbre: en el verano de 1202, Balduino, conde de Flandes y de Henao se incorporó a la cuarta cruzada, participó en la toma de Constantinopla y fue nombrado emperador del nuevo imperio latino que se había fundado en mayo de 1204. En 1205 fue hecho prisionero por los búlgaros y, poco después, fue asesinado. Felipe, hermano de Balduino y conde de Namur, asumió la regencia de Flandes y juró fidelidad a Felipe Augusto pese a la oposición de sus consejeros. El rey, a fin de estabilizar el condado, casó a la única heredera de Balduino, su hija Juana con Fernando de Portugal, conde de Flandes en 1211. Felipe Augusto creyó que, de esta manera, podría contar con el vasallaje de Flandes.

El problema germánico fue otra de sus mayores preocupaciones. Tras la muerte de Enrique VI Hohenstaufen sucedida en 1197, el papa Inocencio III tenía que designar al nuevo emperador. Había dos candidatos para el cargo: por una parte, Otón de Brunswick, avalado por su tío Juan sin Tierra y favorito de Inocencio III y, por otra, Felipe de Suabia, hermano de Enrique VI, avalado por Felipe Augusto y coronado rey de los Romanos en 1205. Felipe de Suabia fue asesinado en junio de 1208 y, sin rival, Otón fue coronado emperador en octubre de 1209. Inocencio III se arrepintió enseguida de esta elección pues el nuevo emperador puso rápidamente de manifiesto sus ambiciones italianas. Otón fue excomulgado en 1210 y Felipe Augusto negoció con el rey de Sicilia, Federico de Hohenstaufen, el hijo de Enrique VI, que había sido coronado rey de los Romanos en Maguncia en 1212, una alianza con la que, Felipe Augusto, esperaba poder hacer frente a las ambiciones de Otón.

La Batalla de Bouvines®
Artículo principal: Batalla de Bouvines

La Batalla de Bouvines.
La increíble reacción de Felipe Augusto indujo a sus rivales a unirse. La coalición se concretó en 1212: se unieron a la misma, Juan sin Tierra, Otón y Renaud de Dammartín que fue el verdadero artesano de la coalición. Éste, que no tenía nada que perder, se dirigió a Francfort buscando el apoyo de Otón; después se fue a Inglaterra donde rindió homenaje a Juan, que le restableció, oficialmente, en sus posesiones inglesas. Las hostilidades entre Felipe Augusto y Juan sin Tierra se reanudaron inmediatamente.

Al mismo tiempo, las primeras operaciones de la Cruzada albigense, dirigida por los barones, enfrentaron al conde de Toulouse y a los cruzados. Felipe Augusto, concentrado en el peligro inglés, aplazó la resolución de este problema. Felipe Augusto reunió a sus barones en Soissons el 8 de abril de 1213 y dejó a cargo de su hijo, el príncipe heredero Luis el León, la expedición contra Inglaterra. Felipe Augusto obtuvo el apoyo de todos sus vasallos, salvo el de Fernando, conde de Flandes, al que él mismo había designado como tal dos años antes. Felipe Augusto recabó entonces nuevos apoyos, especialmente en el entorno de Enrique de Brabante. Tras un período de incertidumbre, Inocencio III decidió apoyar a Juan sin Tierra, un apoyo moral pero, sin duda, no desdeñable. Los preparativos para la batalla fueron lentos: el proyecto inicial de Felipe Augusto que deseaba invadir Inglaterra quedó, literalmente, abortado, cuando su flota fue asaltada, en mayo de 1213, por la coalición enemiga en Damme. Durante los meses siguientes, Felipe Augusto y Luis VIII se abalanzaron contra los condados de Boulogne y de Flandes. Las ciudades fueron rápidamente asoladas.

En febrero de 1214, Juan sin Tierra desembarcó en el continente, en La Rochelle, con la intención de sorprender a Felipe Augusto. Una estrategia que, en principio, tuvo éxito, dado que Juan consiguió adeptos entre los barones de Limousin y Poitou. En mayo de 1214, se dirigió al valle del Loira y tomó Angers. Felipe Augusto, inmerso en el conflicto de Flandes, confió a su hijo Luis el ataque contra Juan. El joven príncipe heredero se dirigió, inmediatamente, a la fortaleza de la Roche-aux-Moines. Juan sin Tierra, fue presa del pánico: la ayuda de los poitevinos era muy dudosa y Luis se acercaba acompañado por 800 caballeros. El rey de Inglaterra huyó el 2 de julio y la derrota inglesa fue absoluta. Pero la coalición no había perdido todavía: en el Norte debía dirimirse todo.

El enfrentamiento final entre los ejércitos de Felipe Augusto y los de la coalición, dirigidos por Otón, era inevitable. El 27 de julio de 1214, el ejército de Felipe Augusto, perseguido por la coalición, llegó a Bouvines con el fin de atravesar el puente del río Marque. En domingo, la prohibición de combatir era obligatoria para todos los cristianos, pero Otón decidió pasar a la ofensiva y sorprender al enemigo cuando se dispusiera a atravesar el puente. El ejército de Felipe Augusto se vio sorprendido por detrás, pero se organizó rápidamente, respondiendo a las tropas enemigas antes de enzarzarse en el puente, luchando contra la coalición. El flanco derecho francés se enfrentó a los caballeros flamencos dirigidos por Fernando. En el centro, Felipe Augusto y Otón se encontraron cara a cara. En medio de la pelea entre los caballeros, Felipe Augusto fue descabalgado, sus caballeros le protegieron, le ofrecieron un caballo fresco, y el rey volvió al asalto consiguiendo que Otón emprendiera la retirada. Por último, en el flanco izquierdo, los partidarios de Felipe Augusto se enfrentaban a Renaud de Dammartín que fue capturado tras ofrecer una prolongada resistencia. La suerte acudió en ayuda de Felipe Augusto, pese a la inferioridad de sus tropas (1.300 caballeros y 4.000/6.000 soldados a pie, contra 1.300/1.500 caballeros y 7.500 soldados a pie de la coalición). La victoria fue total: el emperador huyó, y los hombres de Felipe Augusto hicieron 130 prisioneros, entre los que se encontraban cinco condes, especialmente dos de ellos que fueron los que deshonraron el tratado: Renaud de Dammartín, y Fernando el conde de Flandes.

La coalición se disolvió tras la derrota. El 18 de septiembre de 1214, en Chinon, Felipe Augusto firmó una tregua de statu quo, por cinco años, con Juan sin Tierra que, no obstante, continuó acosando, en el Sur, los dominios de Felipe Augusto. El rey inglés regresó a Inglaterra en 1214. Después del tratado de Chinon, Juan sin Tierra abandonó todas sus posesiones del norte del Loira: Berry y Turena que junto con el Maine y Anjou fueron devueltos al dominio real, abarcando, así, un tercio de Francia, que, singularmente ampliado, quedó libre de cualquier amenaza.

Después de la victoria de Bouvines (1214-1223)®
La expedición inglesa del príncipe heredero de Francia Luis el León®
La victoria sobre el continente fue absoluta, pero las ambiciones reales no terminaron ahí, Felipe Augusto deseaba ir más lejos en su lucha contra Juan de Inglaterra. Hizo valer el hecho de que Juan tenía que ser privado del trono apelando a la traición hecha a Ricardo en 1194, así como a la muerte de su sobrino Arturo; e hizo valer una interpretación, realmente dudosa, de la genealogía de su esposa Blanca de Castilla. Luis el León dirigió una expedición contra Inglaterra. El desembarco tuvo lugar en mayo de 1216 y Luis, al frente de una numerosa tropa (1.200 caballeros, además de muchos rebeldes ingleses) conquistó el reino inglés, y se instaló en Londres. Sólo Windsor, Lincoln y Dover ofrecieron resistencia. Pero, pese a la cálida acogida ofrecida al futuro Luis VIII de Francia por parte de la mayoría de los obispos ingleses, el apoyo del Papa a Juan sin Tierra continuó siendo eficaz y Luis fue excomulgado. Juan murió, súbitamente, de una grave indigestión el 19 de octubre de 1216. Los viejos aliados de Juan hicieron coronar entonces, a toda prisa, a Enrique III de Inglaterra cuando sólo contaba nueve años. Inocencio III acababa de morir también, pero su sucesor Honorio III continuó defendiendo a los legalistas. De inmediato, los obispos retiraron su apoyo a Luis y los rebeldes se apaciguaron. El príncipe fue a Francia en busca de ayuda a principios del 1217 y regresó a Inglaterra. Esta vez fue derrotado. Luis aceptó negociar la paz en junio, negociación que concluyó en septiembre de 1217 y su excomunión fue levantada.

La actitud de Felipe Augusto frente a esta expedición fue un tanto ambigua ; en todo caso el rey no la apoyó oficialmente, pero es fácil imaginar que diera su consentimiento para la misma, por lo menos a título privado.

La cruzada albigense®
Desencadenada en 1208, la cruzada contra los heréticos albigenses volvió a enfrentar a Simón IV de Montfort, que dirigía la cruzada compuesta por los barones del Norte, y a Ramón VI de Tolosa conde de Tolosa, que apoyaba, secretamente, a los heréticos. Al mismo tiempo, Pedro II de Aragón que tenía puestas sus miras en la región, apoyó al conde de Toulouse antes de ser vencido y asesinado por Simón de Montfort en Muret, en 1213.

Después de la Batalla de la Roche-aux-Moines, Luis el León partió, por primera vez, hacia el sur de Francia en abril de 1215 y ayudó a Simón de Montfort a consolidar sus posiciones. Este último, y de acuerdo con el Papa Honorio III y Felipe Augusto fue nombrado conde de Toulouse. Pero la ciudad de Toulouse resistió el asedio que se prolongó durante largo tiempo y Simón murió en abril de 1218. El Papa nombró a su hijo Amaury VI de Montfort como sucesor y encargó a Felipe Augusto una nueva expedición. Luis el León partió en mayo de 1219, y se reunió con Amaury en el asedio de Marmande donde sus habitantes fueron masacrados. Tras cuarenta días de hostilidades Luis regresó sin haber conseguido entrar en Toulouse. Una nueva expedición fue enviada por Felipe Augusto en 1221, dirigida, esta vez, por el obispo de Bourges y el conde de la Marche que no obtuvieron éxito alguno.

Ciertamente la envergadura de estas expediciones fue muy pobre. El empeño de Felipe Augusto por someter el Midi y poner fin a la herejía albigense, parece un tanto discutible. Fue necesario esperar el reinado de sus sucesores para dar por terminado el problema albigense.

Final del reinado®
Después de Bouvines, las operaciones militares se llevaron a cabo en Inglaterra o en el Midi. Todo el norte del Loira permanecía en paz gracias a la tregua firmada en Chinon en 1215, en principio por cinco años y prolongada en 1220 con la garantía del futuro Luis VIII, una asociación que significó el principio de la transición de Felipe Augusto a su hijo y heredero.

Si bien las conquistas por medio de las armas cesaron, Felipe Augusto fue incrementado su poder aprovechándose de las sucesiones problemáticas como, por ejemplo, el caso de Champaña con la sucesión de Teobaldo I de Navarra, que le permitió hacerse con su feudo. En algunos de estos casos el rey pudo, asimismo, recuperar distintas tierras, como : Issoudun, Bully, Clermont-en-Beauvaisis e incluso Poitiers.

La prosperidad del reino, cuando finalizaba el reinado de Felipe Augusto, era incuestionable. Se estima el excedente anual del Tesoro en 25.210 libras en noviembre de 1212. En esta misma fecha, el Tesoro real ascendía a 157.036 libras, es decir, más del 80 % de la renta anual ordinaria global de la monarquía. El testamento de Felipe Augusto, redactado en septiembre de 1222, confirma estas cifras, dado que la suma de sus legados se elevaba a 790.000 libras. Este testamento fue redactado cuando el estado de salud de Felipe Augusto presagiaba su fallecimiento que se produciría diez meses más tarde.

Cuando Felipe Augusto se encontraba en Pacy decidió asistir, en contra de la opinión de los médicos, a la reunión eclesiástica que se organizó en París con motivo de la preparación de las nuevas cruzadas. No pudo soportar la fatiga del viaje y murió el 14 de julio de 1223 en Mantes. Su cuerpo fue llevado a París y los funerales fueron organizados de inmediato, en Saint Denis, celebrándose en presencia de todos los grandes del reino. Fue la primera vez en la que se enterró a un rey de Francia revestido con todas los símbolos de la realeza y con un rito solemne inspirado en los ritos de los reyes de Inglaterra.

El ejercicio del poder regio®
Carácter y perfil psicológico®
El rey Felipe Augusto [...] era de buena constitución, con un mechón de pelo desaliñado, pero había perdido la visión de un ojo. Personalmente no era valiente, Aunque colérico y egoísta, sabía reprimir sus pasiones. No le gustaba la ostentación ni sentimental ni material. Su corte era sombría y austera. No le preocupaban las artes, ni poseía buena educación, aunque apreciaba el valor de los hombres de ciencia y buscaba su amistad por razones políticas y la conservaba gracias a su aguda y sentenciosa conversación. Como político era paciente y observador, astuto, desleal y carente de escrúpulos. Pero le dominaba el sentido del deber y la responsabilidad. A pesar de la mezquindad para consigo mismo y con sus amigos mostrábase generoso con los pobres y les protegía contra sus opresores. Era un hombre sin atractivo, antipático, pero un buen rey. Entre los francos de Oriente gozaba de un prestigio especial, pues era el soberano de las familias de las que procedían todos ellos, y muchos de los cruzados forasteros eran directa o indirectamente sus vasallos.
Steven Runciman1
Las conquistas®

Las conquistas de Felipe II Augusto.
A su muerte, Felipe Augusto, dejó a su hijo y sucesor Luis VIII, un territorio considerablemente engrandecido. El contraste entre el advenimiento de Felipe Augusto, bajo una tutela de los barones, con un dominio que le convertía en rey de la Isla de Francia más que de la propia Francia y el final de su reinado, con un dominio engrandecido al cual había que sumar los numerosos territorios sometidos por medio del vasallaje de sus señores, no podía ser más evidente. El territorio bajo el control del rey inglés estaba en Guyena, muy lejos de París.

Estas conquistas territoriales hicieron de Felipe Augusto un rey organizado, en cuyo cometido prosiguió su hijo Luis VIII. Sólo después de la Guerra de los Cien Años, pudo hacerse un recuento efectivo de las posesiones reales francesas. Establecer estas conquistas pasa, no obstante, por otros baremos, diferentes a las simples victorias militares o diplomáticas.

El gran éxito de Felipe Augusto reside en el hecho de que: al mismo tiempo que agrandaba el territorio procuraba reafirmar el poder real en estas nuevas tierras, condición indispensable de la perennidad de estas nuevas posesiones. Este objetivo se obtenía, en principio, con una nueva política de fortificaciones y castillos : Felipe Augusto hizo elaborar su inventario y, a su costa, se hicieron las construcciones en los dominios y feudos.

Las antiguas empalizadas desaparecieron y fueron reemplazadas por torreones de piedra que Felipe quería poligonales o cilíndricos, a fin de que ofrecieran una mayor resistencia a las armas de asedio, así como para evitar los ángulos muertos de la defensa. Se construyeron gran cantidad de torreones. Casi a finales de su reinado los torreones evolucionaron y se construyeron de forma cuadrangular de contornos redondeados en cada esquina. El Louvre es uno de sus mejores ejemplos. Pero eso no fue todo, la estabilización de las conquistas pasó, también, por nuevas formas de administración de los territorios.

La revolución administrativa: bailíos, prebostes y senescales®
Para huir de la espiral de la parcelación, consecuencia del sistema feudal, Felipe Augusto emprendió, rápidamente, la organización de una nueva estructura administrativa que le permitía ejercer su poder, de forma directa, sobre el territorio. Felipe Augusto organizó este sistema antes de su marcha a las cruzadas, por medio de una ordenanza-testamento de 1190, a fin de regular, durante su ausencia, la organización concerniente al poder. El rey creó, entonces, los bailíos, antigua creación de origen anglo-normanda cuyo cometido, en los territorios franceses, no quedó claramente definido. Felipe Augusto, se basó, para ello, en las reformas administrativas de Enrique II de Inglaterra llevadas a cabo en 1176.

Esta reforma se terminó alrededor de 1200, cuando ya el nombre de bailliaje se utilizó, si no oficialmente, sí de manera corriente en los actos reales. Elegidos por el rey, eran una docena de personas que recorrían el dominio en cuestión a fin de impartir justicia e iniciarse una contabilidad del reino, un dominio que alcanzó unos progresos decisivos en la segunda mitad del reinado. A diferencia del sistema feudal, los bailíos no tenían un lugar geográfico preciso (esto evolucionó después de Felipe Augusto). Su cometido no estaba ligado a la posesión de tierras, no tenían ningún poder propio, sólo eran los representantes del rey. Eran pagados, directamente, por el rey, y estaban sometidos a un control severísimo, con la obligación de rendir cuentas tres veces al año. John Baldwin señaló que el nivel salarial de los bailíos era de unos 10 sueldos a una libra, lo mismo, por ejemplo, que cobraban los caballeros mercenarios (10 sueldos). Un índice importante, tanto de su estatuto como del precio de su fidelidad.

A los bailíos les ayudaban los prebostes, otra antigua institución cuyo cometido es impreciso. Éstos, a diferencia de los bailíos, sí tenían un territorio asignado y preciso, en los que juzgaban los asuntos corrientes (los bailíos juzgaban, especialmente, por apelación) y llevaban las cuentas locales.

En algunos de los territorios conquistados durante su reinado (Anjou, Maine, Poitou, Saintonge), Felipe Augusto confió las funciones administrativas a los senescales. Este cargo, en principio hereditario, a partir de 1119 ya no fue transmisible. A diferencia del bailío, el senescal era un barón local: el riesgo de que éste tuviera un poder importante en la localidad, era considerable e incluso peligroso para el rey, podía ocurrir lo mismo que con el sistema feudal. Razón por la cual, este sistema era frecuentemente suprimido (especialmente en Normandía desde su anexión) y reemplazado por las bailías.

El nacimiento de una ideología real®
Gracias a la victoria alcanzada en Bouvines, Felipe Augusto acabó su reinado en medio de un importante fervor popular. En este contexto la ideología real progresó, quizá la señal más explícita de un Estado bajo el reinado de Felipe Augusto.

Se ha especulado con la utilización creciente que se hizo del término Francia en los textos contemporáneos y, sobre todo, de la fórmula rex Francia en un acto diplomático de 1204. Pero será preciso esperar hasta la llegada de San Luis para ver el título oficial de rex Francorum (rey de los francos) convertido en rex Franciae (rey de Francia): con Felipe Augusto, el rey continuó utilizando rex Francorum, en todos los actos que llevaban su sello. Otros progresos ideológicos son más evidentes.

A finales del reinado de Felipe Augusto, se inició una verdadera tentativa de propaganda real a través de las crónicas oficiales. Ya, a partir de 1118, Rigord, monje de Saint-Denis, redactó una crónica en latín, siguiendo la tradición de Suger, que ofreció a Felipe Augusto en 1196. La Gesta Philippi Augusti fue completándose hasta el 1208. Esta obra no fue un encargo oficial del rey, pero es, sin embargo, una crónica cuasi-oficial, puesta al servicio de la mayor gloria de Felipe Augusto (exceptuando algunas críticas concernientes a su problema matrimonial). Es, por tanto, Rigord el primero que dio a Felipe Augusto el sobrenombre de Augustus, haciendo referencia al mes en que nació y a sus primeras conquistas, elevado, por el autor, al rango de los emperadores romanos.

Felipe Augusto encargó, seguidamente, una nueva crónica en la que se debería expurgar la crónica de Rigord quitando, de la misma, los pasajes críticos y continuarla. Guillaume le Breton, clérigo y cercano a Felipe Augusto, fue el encargado de realizarla. De inmediato se puso a redactar un verdadero monumento a la gloria del rey, que partía de 1214: una crónica en verso, la Philippide, con un estilo épico, por aquel entonces muy de moda, (especialmente después del Alexandreis de Gautier de Châtillon, epopeya escrita para la mayor gloria de Alejandro). A la misma le siguieron numerosas versiones de la Philippide, la última fue terminada en 1224, un año después de la muerte del rey. En esta obra única, Felipe Augusto es presentado, en ocasiones, con un héroe, el vencedor de Bouvines y es celebrada su majestad. La evolución seguida al final de su reinado es importante, aunque las dos crónicas oficiales sean los testimonios aislados dentro del conjunto de la producción literaria del reino de Felipe Augusto.

La crónica de Rigord y la continuación de la misma hecha por Guillaume le Breton, fueron traducidas por Primat para las Grandes Chroniques de France. Por medio de esta obra, más que por la de Philippe, Felipe Augusto pasó a la posteridad.

Cabe destacar, asimismo, la contribución de Gilles de París quien, en su obra Karolinus, poema dedicado a la gloria de Carlomagno, escrito en honor a Luis VIII, en el que iguala a Felipe Augusto y a Luis con Carlomagno, uniendo en ellos la Dinastía Carolingia y la Dinastía de los Capetos, convirtiéndolos, de este modo, en los primeros y verdaderos representantes de un genus real, que transmite la realeza por medio de la sangre y que, después de Felipe Augusto, cobra una importancia vital.

El bienhechor de París®
El reinado de Felipe Augusto fue un período de grandes mejoras para París. Aunque la corte es, todavía, itinerante, París adquiere un estatuto particular que las diferentes empresas llevadas a cabo así lo atestiguan. París experimentó un gran avance durante el reinado de Felipe Augusto que se inventó la capital. Algunos hechos reseñables:

1180.- Felipe transfiere el mercado de los Campeaux (situado en los barrios del norte de la ciudad, cercano a la leprosería Saint-Lazare), al centro de París, al mismo lugar en el que se edificarían las futuras Halles. Se construyeron dos edificios cubiertos para albergar el nuevo mercado en 1183. Muy interesante para el desarrollo de este mercado central fue la reglamentación impuesta por Felipe Augusto concerniente al comercio de los comestibles esenciales (carne, pan, vino).
1186.- Felipe hizo pavimentar la calle principal de París. En la ventana de su Palacio de la Cité los cronistas escribieron: incómoda por los olores que ascienden desde la calle fangosa.
1187.- el cementerio de los Santos Inocentes, fue saneado, drenado, nivelado y se rodeó con un muro.
1190.- antes de irse a las cruzadas, Felipe Augusto, dio órdenes de empezar la construcción de un muro de contención en la orilla derecha del río.
1194.- tras el robo de los archivos reales llevado a cabo por Ricardo Corazón de León durante una de las expediciones, Felipe Augusto los hizo reconstruir. Un ejemplar de estos archivos se encuentra en París.
1200.- certificado real mediante el cual se crea la Universidad de París, un estatuto que permite a los maestros y alumnos parisinos una libertad y una seguridad importantes; además quedan relevados, en particular, de la jurisdicción eclesiástica. Estos privilegios permitieron un rápido crecimiento de las escuelas parisinas.
1202.- se terminó la construcción de la torre nueva, en la entrada Oeste de la ciudad, lo que sería el futuro Louvre.
1209-1210.- diversos trabajos en el Petit Châtelet, situado en la orilla izquierda del río (nuevas chimeneas, puertas, poternas, y una cárcel con tres estancias).
1209-1212.- construcción en la parte izquierda del río de la muralla de París.
La expansión de París no se quedó reducida a las obras ordenadas por Felipe Augusto, durante su reinado fueron creados, también, el hospicio de Sainte-Catherine (1185), el hospital de la Trinidad 1202). Asimismo, la construcción de Notre-Dame de París, empezada en 1163 progresaron a buen ritmo. En 1182 se terminó el coro y el altar mayor fue consagrado el 19 de mayo. Después se decoró la fachada Oeste, y la galería de los reyes se terminó en el año 1220, se empezó la construcción del gran rosetón y, en la misma época, se amplió el atrio.

El desarrollo de París viene confirmado por los datos demográficos que estiman que la población parisina pasó, en pocos años, de 25.000 habitantes, a los 50.000 hacia 1200 lo que la convirtió en la ciudad más grande de Europa después de Constantinopla.

Legado®
Felipe Augusto fue inhumado en la Basílica de Saint-Denis, cerca de París, después de la reorganización de la necrópolis llevada a cabo por Felipe el Hermoso, su tumba fue situada en el centro, junto con la de su hijo Luis VIII a fin de simbolizar la unión entre las líneas merovingias (a la derecha) y capetiana (a la izquierda), según la idea original de Gilles de París. Como todas las tumbas de la necrópolis, la de Felipe Augusto fue violada por los revolucionarios en 1793.

Generalmente, la imagen de Felipe Augusto, tan celebrada por los cronistas de la época, ha permanecido, en gran parte, relegada por la figura de San Luis, convertido, (y por mucho tiempo), en el modelo real por excelencia desde finales del siglo XIII. A Felipe Augusto se le recuerda principalmente por la victoria de Bouvines que permanece en la memoria de la mitología nacional francesa gracias a la obra Grandes Chroniques de France, o bien, más tarde, por los libros escolares de la III República. La iglesia de Saint-Pierre de Bouvines, edificada en 1882, fue decorada entre 1887 y 1906 con veintiuna vidrieras en las que se detalla la famosa batalla.

Los demás signos del reinado de Felipe Augusto han ido desapareciendo progresivamente. Las murallas de Felipe Augusto subsisten en París como vestigios de su reinado, el Louvre medieval fue desmantelado e integrado en el museo en 1990. Sólo la estación del metro de París, Felipe Augusto, continúa conmemorando al vencedor de Bouvines.

Descendencia®
1.- Con Isabel de Henao, condesa de Artois (1170–1190), hija de Balduino V de Henao, casada en 1180:

Luis el León (1187 - 1226). Rey de Francia, con el nombre de Luis VIII;
Felipe y Roberto (gemelos muertos al nacer, en 1190).
2.- Con Isambur de Dinamarca (1176–1238), hija de Valdemar I, rey de Dinamarca (1157–1182), hermana de Canuto VI, rey de Dinamarca (1182–1202), casada en 1193. Repudiada en 1193, y admitida oficialmente en 1200 (aunque nunca volvió a mantener relaciones conyugales):

Sin hijos
3.- Con Inés de Merania (1176–1201), hija de Bertoldo IV de Merania, casada en 1196, tuvo tres hijos naturales, de los cuales, sólo dos de ellos fueron reconocidos como herederos legítimos por el Papa Inocencio III:

María (1198 – 1224), que se casó en 1206 con Felipe I de Namur, conde de Namur, (1175–1212). Se volvió a casar, en 1213 con Enrique I, duque de Brabante (v.1165–1235);
Juan Tristán (muerto al nacer, en 1200);
Felipe (1201 – 1234), conde de Clermont y de Bolonia, se casó en 1216 con Matilde de Dammartín (v.1202–1259).
4.- Con una «cierta dama de Arrás»:

Pierre Charlot (1205 – 1249), obispo de Tours (o de ¿Noyon?).
Referencias®
Volver arriba ↑ Runciman, Steven (1981). Historia de las Cruzadas: el reino de Acre y las últimas Cruzadas III (2ª edición). Madrid: Alianza. pp. 47-48. ISBN 84-206-2061-0.
Bibliografía®
Baldwin, John, Philippe Auguste et son gouvernement - Les fondations du pouvoir royal en France au Moyen Âge, traducido del inglés por Béatrice Bonne, prefacio de Jacques Le Goff, Fayard, 1991
Duby, Georges, Le Dimanche de Bouvines, Gallimard, 1973, rééd. Folio Histoire
Cartellieri A., Philipp II August, König von Frankreich, Leipzig, 1899-1900, rééd. Aalen, Scientia Verlag, 1984
Luchaire A., Philippe Auguste et son temps, in Lavisse E., Historia de Francia desde sus orígines a la revolución, t.III, Paris, 1902, rééd. Paris, Tallandier, 1980
Beaune C., Naissance de la nation France, Paris, Gallimard, 1985, rééd. Folio histoire
Lewis, Andrew W., Le sang royal : la famille capétienne et l’État, France Xe-XIVe siècles, Gallimard/Bibliothèque des histoires, 1986
Baldwin, John, Paris, 1200, Aubier, Colección histórica, 2006
Enlaces externos®
 Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Felipe II de Francia.
Paris à l'époque de Philippe Auguste (en francés)
Biographie de l'encyclopédie catholique (en inglés)
L'église de Bouvines, et ses vitraux (en francés)
Guillermo el Bretón (ca. 1165 - ca. 1125 ó 1126): Vida de Felipe Augusto.
Texto en francés, con introducción y anotaciones en este idioma, en el sitio de Philippe Remacle (1944 - 2011): extraído de la obra de François Guizot Collection des mémoires relatifs a l'Histoire de France; ed. en París.
Introducción.
Texto de Guillermo el Bretón.
Guillermo el Bretón: Filípidas.
Texto bilingüe (latín-francés), con índice electrónico, introducción y anotaciones en este idioma, en el sitio de Philippe Remacle: extraído de la misma obra de Guizot.


Predecesor:
Luis VII Rey de Francia
 Arms of the Kingdom of France (Ancien).svg

1180 – 1223 Sucesor:
Luis VIII

sábado, 27 de mayo de 2017

Luis VIII de Francia ★ |•••► #FRANCIA #Genealogia #Genealogy ♛

Luis VIII de Francia
Luis VIII el León
Rey de Francia
Louis8.jpg
Sello real de Luis VIII.
Información personal
Reinado 14 de julio de 1223 - 8 de noviembre de 1226
Coronación 6 de agosto de 1223 (Catedral de Reims)
Nacimiento 5 de septiembre de 1187
París
Fallecimiento 8 de noviembre de 1226
Montpensier, Auvernia
Predecesor Felipe II de Francia
Sucesor Luis IX de Francia
Familia
Dinastía Dinastía de los Capetos
Padre Felipe II de Francia
Madre Isabel de Hainaut
Consorte Blanca de Castilla
Descendencia Felipe (1209-18).
Luis (San Luis) (1214 - 1270) Red crown.png
Roberto (1216 - 1250)
Alfonso (1220 - 1271)
Felipe Dagoberto (1222 - 1232)
Isabel (1225 - 1269)
Etienne. (nacida y muerta en 1226)
Carlos (póstumo) (1227 - 1285)Rey de Sicilia y de Nápoles.
France Ancient Arms.svg
Escudo de Luis VIII el León
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Luis VIII1 el León (París, 5 de septiembre de 11872 - Montpensier, Auvernia, 8 de noviembre de 1226), rey de Francia de 1223 a 1226.

Miembro de la dinastía de los Capetos, era hijo de Felipe II Augusto e Isabel de Henao.

Coronado en Reims el 6 de agosto de 1223, a la muerte de su padre, su reinado prosigue la obra de sus predecesores: canalizar el sentimiento de una comunidad nacional. Ello conllevó enfrentamientos directos entre la Corona y los grandes señores feudales.


Desarticulación del Imperio Angevino®
Luis VIII completó las victorias que su padre había obtenido sobre Juan sin Tierra, rey de Inglaterra, ocupando el Poitou y La Rochela, permaneciendo en manos inglesas tan sólo la Gascuña y la Guyena.

Cruzada Albigense®
La cruzada albigense —en alianza con el papa Honorio III— fue la oportunidad de Luis VIII en el combate a la herejía cátara, con métodos más sutiles que los de Simón de Montfort, para asimilar a la Corona de Francia el Mediodía francés. Fue en el curso de esta campaña, a la vuelta del sitio de Aviñón, cuando enfermó de disentería, falleciendo el 8 de noviembre de 1226 en Montpensier. Está enterrado en Saint-Denis. Le sucedió su hijo menor, Luis IX de Francia (San Luis), ocupando la regencia su mujer Blanca de Castilla

Descendencia®
Blanca (1205-1206).
Inès nacida y muerta en 1207.
Felipe (1209 - 1218).
Alfonso nacido y muerto en 1213.
Juan nacido y muerto en 1213 , gemelo de Alfonso.
Luis (San Luis) (1214 - 1270). Rey.
Roberto (1216 - 1250). Conde de Artois.
Felipe (1218-1220).
Juan Tristán (1219 - 1232). Conde de Anjou y Maine
Alfonso (1220 - 1271). Conde de Poitiers y de Toulouse.
Felipe Dagoberto (1222 - 1232)
Isabel (1225 - 1269)
Etienne (nacida y muerta en 1226)
Carlos (póstumo) (1227 - 1285). Conde de Anjou y Maine y Rey de Sicilia y de Nápoles.


Referencias®
Volver arriba ↑ Louis VIII sur le site FMG
Volver arriba ↑ Emmanuel Poulle, La date de naissance de Louis VIII, vol. 145, Paris, Bibliothèque de l'école des chartes, 1987 (lire en ligne [archive]), p. 427
Enlaces externos®
 Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Luis VIII de Francia.
Colección de memorias relativas a la historia de Francia (Collection des mémoires relatifs a l'histoire de France), con introducción y anotaciones de François Guizot.
Vida de Luis VIII (Vie de Louis VIII).
Texto francés, con anotaciones en este idioma, en el sitio de Philippe Remacle (1944 - 2011): ed. de 1826.


Predecesor:
Felipe II Rey de Francia
Arms of the Kingdom of France (Ancien).svg

1223 – 1226 Sucesor:
Luis IX