domingo, 24 de febrero de 2013

Sucre Y Alcala Antonio Jose De ★(Es Tu Cuarto Tio Abuelo)★ Ref: SA-1795 |•••► #VENEZUELA 🏆🇻🇪★ #Genealogía #Genealogy







Linaje N°1 FAMILIA |•••► SUCRE

1.- 1795 SUCRE Y ALCALA ANTONIO JOSE DE |•••► Pais:Venezuela

PADRE:

Padre: Sucre y García de Urbaneja Vicente Vitto Luis Ramón

MADRE:

Madre: Alcalá Rendón y Sánchez María Manuela de

2.- 1761 SUCRE Y GARCÍA DE URBANEJA VICENTE VITTO LUIS RAMÓN |•••► Pais:Venezuela

PADRE:

Padre: Sucre Pardo y Trelles Antonio Mauricio

MADRE:

Madre: García de Urbaneja y Sánchez de Torres Josefa Margarita Francisca

3.- 1723 SUCRE PARDO Y TRELLES ANTONIO MAURICIO |•••► Pais:Cuba

PADRE:

Padre: Sucre Y Pardo Carlos Francisco de

MADRE:

Madre: Flores y Trelles de la Casta Margarita de

4.- 1665 SUCRE Y PARDO CARLOS FRANCISCO DE |•••► Pais:Belgica

PADRE:

Padre: Sucre y D´Ives Charles Adrien de

MADRE:

Madre: Garrido de Sánchez y Pardo de Figueroa Maria Buenaventura Carolina Isabel

5.- 1637 SUCRE Y D´IVES CHARLES ADRIEN DE |•••► Pais:Belgica

PADRE:

Padre: Succre Y Martigny Charles Antoine de (Baron de Preux)

MADRE:

Madre: De Ives y d'Argenteau Adrianne

6.- 1602 SUCCRE Y MARTIGNY CHARLES ANTOINE DE (BARON DE PREUX) |•••► Pais:Francia

PADRE:

Padre: Succre y Hontoy Antoine (señor de Orsinval y Bellaing)

MADRE:

Madre: Martigny y Fourneau Catherine de ( Baronesa)

7.- 1564 SUCCRE Y HONTOY ANTOINE (SEÑOR DE ORSINVAL Y BELLAING) |•••► Pais:Belgica

PADRE:

Padre: Succre Francois dit Godefroy de

MADRE:

Hontoy y Succre Francisca De

8.- 1542 SUCCRE FRANCOIS DIT GODEFROY DE |•••► Pais:Francia

PADRE:

Padre: Succre Antonio de (1512)

MADRE:

Logue Laurence de la

9.- 1512 SUCCRE ANTONIO DE (1512) |•••► Pais:Francia

PADRE:

Padre: Succre Capitan Jacques de (1482)

MADRE:

Thurut Jeanne de

10.- 1482 SUCCRE CAPITAN JACQUES DE (1482) |•••► Pais:Francia

PADRE:

Padre: Succre Claude de (1452)

MADRE:

Montbelliar Guillemette de

11.- 1452 SUCCRE CLAUDE DE (1452) |•••► Pais:Francia

PADRE:

Padre: Succre Godofredo de (1422)

MADRE:

Montfort Anne de

12.- 1422 SUCCRE GODOFREDO DE (1422) |•••► Pais:Francia

PADRE:

Succre Vizconde de Tolouse Godefroy de

MADRE:

dArmagnac Aldegonde

13.- 1365 VIZCONDE DE TOLOUSE GODEFROY DE SUCCRE (1365) |•••► Pais:Francia

PADRE:

Padre: Vizconde de Tolouse Godofredo Succre (1335)

MADRE:

Idelgunda De Armagnac (1340)

14.- 1335 VIZCONDE DE TOLOUSE GODOFREDO SUCCRE (1335) |•••► Pais:Francia

PADRE:

Succre

MADRE:

Succre

Linaje N°2 FAMILIA |•••► ALCALÁ

1.- 1761 ALCALÁ RENDÓN Y SÁNCHEZ MARÍA MANUELA DE |•••► Pais:Venezuela

PADRE:

Alcalá Rendon Sarmiento Pedro De

MADRE:

Sanchez Ramirez De Arellano Vallenilla Juana Geronima

2.- ALCALÁ RENDON SARMIENTO PEDRO DE |•••► Pais:

PADRE:

Alcalá Y Guevara Diego Antonio De

MADRE:

Rendon Sarmiento Isabel María

3.- 1687 ALCALÁ Y GUEVARA DIEGO ANTONIO DE |•••► Pais:

PADRE:

Alcalá Y Marquez Pedro de

MADRE:

Guevara Soberanis Andrea Maria

4.- 1687 ALCALÁ Y MARQUEZ PEDRO DE |•••► Pais:

PADRE:

Alcala Juan de

MADRE:

Marquez de Valenzuela Isabel

5.- 1657 ALCALA JUAN DE |•••► Pais:

PADRE:

Alcala

MADRE:

INDICE DE PARIENTES

INCLUYASE

Padre: Sucre y García de Urbaneja Vicente Vitto Luis Ramón
Madre: Alcalá Sanchez Maria Manuela De

General Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal is your fourth great uncle.
You
  → Morella Álamo Borges
your mother → Belén Eloina Alamo
her mother → Belén de Jesús Ustáriz Lecuna
her mother → Margarita Lecuna Sucre
her mother → Josefa Margarita Sucre y Márquez de Valenzuela
her mother → Coronel Vicente Vitto Luis Ramón de Sucre y García de Urbaneja
her father → General Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal.
his son


General Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal. MP 
Gender: Male
Birth: February 03, 1795
Cumana, Sucre, Sucre, Venezuela, Bolivarian Republic of
Death: June 04, 1830 (35)
Cerro de La Jacoba, Berruecos, Colombia (Murder)
Place of Burial: Iglesia la Catedral, Quito, Pichincha, Ecuador
Immediate Family:
Son of Coronel Vicente Vitto Luis Ramón de Sucre y García de Urbaneja and María Manuela Alcalá y Sánchez Ramírez de Arellano
Husband of Mariana Felipa de Carcelén y Larrea, VI Marquesa de Solanda y Villarocha
Ex-partner of Rosalía Cortés y Silva; Tomasa Bravo and Manuela de la Concepción Rojas Iñiguez
Father of José María; Simona; Pedro César de Sucre y Roxas and María Teresa de Sucre y Carcelén
Brother of José María de Sucre y Alcalá, Tte. Cnel.; José Joaquín de Sucre y Alcalá; María Josefa de Sucre y Alcalá; Magdalena de Sucre y Alcalá; María Aguasanta de Sucre y Alcalá and 5 others
Half brother of Josefa Margarita Sucre y Márquez de Valenzuela; Carlos Sucre y Márquez de Valenzuela; José Manuel (Don Pepe) Sucre y Márquez; Vicente Sucre y Márquez; Ana María Fernanda Sucre y Márquez and 5 others

Added by: Carlos Penzini on April 17, 2007
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Abouthistory
Don Antonio José de Sucre y Alcalá también nacido en Cumaná, el 3 de febrero de 1795. (Los hermanos Alberto y Arturo García Carraffa, en su obra Enciclopedia Heráldica y Genealógica Hispano Americana, Tomo LXXXIII, pág. 235, asientan como fecha de su nacimiento el 18 de junio de 1796, recogida muy posiblemente, de la Historia de Familias Cubanas del Conde de San Juan de Jaruco, o bien, de la información de limpieza de sangre, nobleza e hidalguía, de Doña María del Rosario de Sucre y García de Urbaneja, su tía carnal, viuda de Don Manuel de Navarrete y Sáenz, rendida en Santiago de Cuba el 9 de enero de 1820, en la Intendencia del Ejército y Real Hacienda, ante el escribano público Don José Antonio de Zayas). Don Luis Alberto Sucre Urbaneja dice que la fecha de su nacimiento es el 23 de febrero de 1795.

EL BAUTIZO DE SUCRE

Parroquial de Cumaná (mediados siglo XVIII), estaba ubicada en el sitio donde actualmente se encuentra la iglesia Santa Inés. Era una ciudad de vida apacible, afincada a orillas del imponente golfo de Cariaco, y en las riberas de su río, impulsor fundamental de la dinámica de la vida lugareña: el portador del agua para la diaria faena, para el baño diario de niños y jóvenes, que alegres y bulliciosos corren por sus riberas, y en sus aguas cumplen proezas con habilidad de expertos nadadores, lugar para el ocio y distracción, y para la búsqueda del frescor en las noches calurosas, y admirar la luminosidad del plenilunio, y expresar rápidamente un deseo, al pasar alguna estrella fugaz, rauda por el firmamento.

Como toda ciudad colonial española, aunque pequeña: 16 mil habitantes le calcula Humboldt, cuando la visita a fines del siglo XVIII, presenta la característica de vivir sus habitantes condicionados por una existencia reglada por el principio fundamental de las diferencias sociales, que se manifiestan en clases y castas, cuyo fundamento es la aristocracia de sangre y la posesión de tierras y esclavos, con el carácter de sociedad rígida y cerrada, donde la primacía radica en los blancos, de superiores designios; y abajo, la población mestiza, los indígenas y los esclavos, pobre y explotada, por el trabajo esclavo y servil, sin privilegios ni prebendas.

A la aristocracia terrateniente, acomodada y de privilegios pertenece la familia Sucre-Alcalá, de vieja estirpe y lejano arraigo en la ciudad; dueña de haciendas y esclavos, de casas y solares, goza de los reconocimientos y favores que por su condición se merece. Familia de raigambre cristiana, celosa cumplidora de sus deberes religiosos, no habría de faltar en los momentos de atribulaciones e inquietudes familiares, el oportuno consejo y las directrices del padre Alcalá, cercano familiar, cuya labor de sacerdote dedicado y filántropo de valía ya era blasón de orgullo para la familia Sucre-Alcalá.

El terrateniente y militar don Vicente Sucre y su esposa María Manuela Alcalá conforman un hogar de los respetables de la ciudad, tienen ya cuatro hijos, José María, José Joaquín, Vicente y Pedro cuando nace Antonio José, el 3 de febrero de 1795. La alegría acostumbrada en tales ocasiones hace prontamente arreglos para el bautismo en los días inmediatos, como era uso y costumbre entonces, y a los diecisiete días, el recién nacido es llevado a la Pila bautismal, en la Ermita de la Virgen del Carmen, en el lugar donde se levanta hoy la Iglesia de Santa Inés, al ser destruida aquélla por violento terremoto en 1796.

El Acta de Bautismo da fe del hecho cumplido, según lo prescrito por el rito católico romano, quedando registrada en los siguientes términos:

“En veinte días del mes de febrero de mil setecientos noventa y cinco: Yo beneficiado, cura castrense don Francisco Josefh del Águila, certifico que con mi licencia y asistencia del presbítero doctor Josefh Cándido Martínez, secretario de visita, puso óleo y crisma a Antonio Joseph Francisco, hijo legítimo de don Vicente Sucre, Teniente de Infantería, y de doña María Manuela de Alcalá, el cual niño tenía diecisiete días de nacido; fueron padrinos el beneficiado Don Antonio Patricio de Alcalá y doña Juana Jerónima Sánchez, a quienes advertí su obligación y espiritual parentesco; y para que conste, lo firmo, y doy de ello fe. Francisco Jph. del Águila”.

En los brazos de su madrina doña Juana Jerónima Sánchez salió, ya bautizado, el recién nacido, de la Ermita de la Virgen del Carmen, mientras la chiquillería, con gritos impacientes solicitaba a las puertas de la Ermita, las menudas monedas que generosamente el padrino lanzaba a la concurrencia. Luego, el concurso se trasladaría al hogar para la celebración, con abundante comida y bebidas, sin faltar lógicamente el alegre y bullicioso baile, para solaz de las parejas entusiasmadas.

Iniciaba así su vida de cristiano Antonio José, iba a ser un niño, según sus biógrafos, introvertido, tranquilo, circunspecto, y como adulto mesurado, amable, y reflexivo, recto, metódico y rígido, de poco reír y poco dado a ruidosas explosiones de carácter; pero generoso, bondadoso y desprendido. La sencillez y bonhomía de su figura es bienamada en la historia, como el prototipo de la persona buena y humilde, a pesar de sus altos merecimientos.

Destinado a la tradición militar de su familia, de la mano de su tío abuelo y padrino el Arcediano de la catedral de Caracas Antonio Patricio de Alcalá, eminente sacerdote y filántropo, va a Caracas a cursar estudios de ingeniería militar en la célebre academia del coronel español Tomas Mires. Para luego, a los quince años de su edad, en 1810, incorporarse al ejército patriota, donde inicia su carrera militar, algo lenta de logros al principio, para terminarla fulgurantemente, como el primer teniente de Bolívar, y el gran vencedor del último ejército español en América, en la rutilante batalla de Ayacucho, y proyectarse a la posteridad como Gran Mariscal de Ayacucho, y redentor de los hijos del sol. Ese fue el recién nacido, bautizado en un día como hoy en la Ermita de la Virgen del Carmen, y que ahora rememoramos a los 218 años de tan fausta celebración.

Su familia fue masacrada por Jose Tomas Boves, quien servia al mando de Francisco Jose Morales, a su entrada a Cumana en 1815.

Hizo Don Antonio José sus primeras armas, en 1812, a la edad de 17 años, en Barcelona, en compañía de su hermano mayor Don José María.

Estuvo como integrante del Estado Mayor de Jose Francisco Bermudez en la Toma de Cartagena, entre los Defensores de la Plaza, en Agosto 1815.

Conocida es del mundo su deslumbrante carrera militar al servicio de las tropas independientes. Los portentos de su talento, su espíritu selecto, su natural y corazón nobles que se manifiestan en el " Tratado de Regularización de la Guerra"; sus decisiones, aún cuando enérgicas, plasmadas de una serenidad sin precedentes, le facilitan la meta gloriosa de Ayacucho, que le hace acreedor, a la edad de 29 años, al título de Gran Mariscal. Siendo Presidente de la República de Bolivia, casó en Quito, por poder, con Doña Mariana de Carcelén y Larrea, Marquesa de Solanda, descendiente del primer Marqués de este título, Vizconde de Santa Cruz, Don Antonio Sánchez de Orellana, Gayas y Román, Gobernador y Capitán General de San Francisco de Borja, Perú. En su matrimonio sólo hubo una hija: Teresa de Sucre y Carcelén, fallecida trágicamente en la niñez. Murió el 4 de junio de 1830, vilmente asesinado, en la montaña de Berruecos, cerro de La Jacoba, a dos kilómetros de La Venta, hoy ciudad de La Unión. Sus restos reposan en el Ecuador, de donde sus agradecidos y dignos hijos no han permitido jamás su salida (ITURRIZA GUILLÉN, C.: Algunas familias de Cumaná. Caracas 1973. pp. 740-741).

OLA


Antonio José de Sucre Venezuelan revolutionary and statesman; president of Bolivia 1826–28. He served as Simón Bolívar's chief of staff, liberating Ecuador, Peru, and Bolivia from the Spanish. He was the first president of Bolivia.
http://www.nationsonline.org/oneworld/History/Bolivia-history.htm http://planetatachira.blogspot.com/2013/09/efemerides-del-mes-de-ju... https://www.venezuelatuya.com/biografias/sucre.htm

Asesinato de Antonio Jose de Sucre - 4 de Junio de 1830 en las Montañas de Berruecos. Nació en la ciudad venezolana de Cumaná el 3 de febrero de 1795, era hijo de Vicente Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá. A los 15 años fue a Caracas a estudiar ingeniería militar. Allí se vió envuelto en la revolución y muy pronto actuó junto a Bolívar, acompañándolo cuando éste fue a la Nueva Granada (actual Colombia), involucrados ambos en la tarea libertaria. En Guayaquil presenció la entrevista de Bolívar con San Martín. Venció en Pichincha (Ecuador) y Ayacucho (Perú), batallas que fueron definitivas para la consolidación de las nuevas naciones americanas. Fue Presidente de Bolivia (1825 – 1828). Liberal a ultranza, Sucre, abogó por un comercio libre, la abolición del tributo indígena y el establecimiento de una contribución directa universal, sin éxito. Reformó la estructura fiscal de la colonia. Tomó una posición dura con la iglesia, controlando sus actividades, finanzas y cerrando varias órdenes. Propugnó la educación secular y abrió escuelas de artes y oficios. La presencia del ejército colombiano en Bolivia despertó recelos y protestas que terminaron en el motín del 18 de abril que precipitó su renuncia a la presidencia.
Lo más notable de Antonio José de Sucre fue su carácter. Fidelidad para los amigos, como lo demostró su adhesión incondicional a Simón Bolívar, la honestidad en el desempeño de sus funciones y la falta de ambición personal, hecho muy evidente cuando su figura deslumbró en el panorama boliviano y él accedió a la presidencia muy a pesar suyo, pues nunca persiguió el mando político. Fue un hombre perspicaz que supo percibir el curso de las historia aún antes de que los acontecimientos se desencadenaran, por ello su resistencia a pasar el Desaguadero y sus consultas antes de tomar la determinación de dejar que los altoperuanos definieran por sí mismos su propio destino. Buscó la opinión de quienes consideraba los más informados, aunque no tuvieran afinidades con ellos, tal el caso de Casimiro Olañeta, con quien conversó y cambió opiniones, pese a las grandes diferencias que los separaban.
La opinión de los historiadores sobre Sucre es unánime, fue un hombre incorruptible, fiel a sus ideales; pero hombre de su tiempo al fin, sus actos respondieron a cambios radicales que dejaban de lado las tradiciones y los sistemas establecidos. Además, él era un venezolano de corazón que no hizo eco ni del panandinismo de Santa Cruz ni del panamericanismo de Bolívar, manteniéndose, dentro de las circunstancias, alejado del ajetreo político de Bolivia. El fue la espada que mantuvo al Perú entre dos fuegos cuando las diferencias con Colombia se ahondaron. Finalmente fue víctima en Berruecos. Cerca de Pasto (Colombia), donde fue asesinado en circunstancias oscuras, el 4 de Junio de 1830.

MUERTE DE SUCRE

General José María Ramón Obando del Campo, Presidente de la Nueva Granada (1831-1832 y 1853-1854) fue el autor intelectual del crimen sucedido en las montanas de Berruecos: el asesinato del General Antonio Jose de Sucre. El sicario que lo mato respondía al nombre de Apolinar Morillo, A comienzos de 1839, Morillo fue apresado por el ejercito neogranadino, por cargos de bandolerismo y otros asesinatos. Justamente al ser custodiado por el ejercito neogranadino y llegar al sitio exacto donde fue asesinado el militar venezolano, gloria de Venezuela y de America, (el General Sucre), la mula que conducía al feroz bandolero (Morillo), se encabrito y se paro en dos patas casi derribando al preso. Esto permitió que uno de los oficiales reconociera el lugar y así lo recordó a todos. Morillo palideció ante las palabras del oficial y comenzó casi como hipnotizado a hacer comentarios sobre el crimen, en forma tal que los asombrados militares comprendieron que el forajido que tenían en sus manos podía ser el hombre clave en el sensacional caso del asesinato de Sucre. Luego de 9 años, se logro identificar a los dos forajidos que dispararon sobre Sucre y que habían desaparecido sin dejar el mas mínimo rastro. Estos fueron también asesinados para que no hablaran, corto tiempo después de sucedido el crimen. Cómo se llegó a la conexión intelectual del triste crimen ? ...Sucre viajaba de Colombia hacia Ecuador en misión de acercamiento y para fortalecer la unidad neogranadina, amenazada por obscuros intereses, personificados en un hombre que, por cierto, un año después de la trágica muerte del Mariscal venezolano, asumiría la Presidencia de Colombia. Este individuo, Jose Maria Obando, deseaba eliminar al Libertador como Jefe Supremo de la República Neogranadina, pero veía en Antonio Jose de Sucre el principal obstáculo para sus ambiciones, pues el Prócer venezolano, con su elocuencia e influyente presencia, e impecables credenciales (a parte de no querer tener nada que ver con la política) obstaculizaba la tarea fraccionalista de la oligarquía conservadora (presente en Venezuela y Colombia). El juicio que se le siguió a Obando, estando el en la Presidencia, es por no decir algo peor, grotescamente increíble. La situación en Colombia en esa época era tal que el gobierno cambiaba de mes a mes, entre golpes y contragolpes. El líder de un grupo rebelde no era otro que el mismo Obando, así que al llegar a la Presidencia, absolvió a Morillo ayudándolo a escapar. Pero al año siguiente volvió a tomar el poder el gobierno derrocado y Morillo fue hecho preso nuevamente. Allí fue ajusticiado y murió en prisión el bandolero. Erazo y Sarria, los dos otros implicados en el crimen, habían muerto años antes bajo circunstancias sospechosas. En 1853 volvió Obando al poder y aprovechándose de esto, trato de probar inútilmente su inocencia, pues las pruebas materiales y escritas eran aplastantes ( estas están resumidas en la obra del historiador Jose de Irrisarri, en un libro titulado: "Obando y la historia crítica del asesinato de Sucre" ). Obando después de esto, trató de evadir la justicia rebelándose contra el gobierno. Obando murió por las fuerzas del gobierno, en la Batalla de Sobachoque, en 1861. Tenia 66 años.


Conocido como el «Gran Mariscal de Ayacucho» fue un político, estadista y militar venezolano, prócer de la independencia así como presidente de Bolivia y Perú. General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia y Comandante del Ejército del Sur. Era hijo de una familia acomodada de tradición militar, siendo su padre coronel del Ejército realista. Es considerado como uno de los militares más completos entre los próceres de la independencia suramericana.

Field Marshal of Ayacucho.
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Mariana Felipa de Carcelén y La...
wife

María Teresa de Sucre y Carcelén
daughter

Manuela de la Concepción Rojas ...
ex-partner

Pedro César de Sucre y Roxas
son

Tomasa Bravo
ex-partner

Simona
daughter

Rosalía Cortés y Silva
ex-partner

José María
son

María Manuela Alcalá y Sánche...
mother

Coronel Vicente Vitto Luis Ramó...
father

José María de Sucre y Alcalá,...
brother

José Joaquín de Sucre y Alcalá
brother
 


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of→ Carlos Juan Felipe Antonio Vicente De La Cruz Urdaneta Alamo→  ntonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal. is your fourth great uncle.
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Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal. MP 
Gender: Male
Birth: February 03, 1795
Cumana, Sucre, Sucre, Venezuela, Bolivarian Republic of
Death: June 04, 1830 (35)
Cerro de La Jacoba, Berruecos, Colombia (Murder)
Place of Burial: Iglesia la Catedral, Quito, Pichincha, Ecuador
Immediate Family:
Son of Coronel Vicente Vitto Luis Ramón de Sucre y García de Urbaneja and María Manuela de Alcalá Rendón y Sánchez
Husband of Mariana Felipa de Carcelén y Larrea, VI Marquesa de Solanda y Villarocha
Partner of Rosalía Cortés y Silva; Tomasa Bravo and Manuela de la Concepción Rojas Iñiguez
Father of José María; Simona; Pedro César de Sucre y Roxas and María Teresa de Sucre y Carcelén
Brother of José María de Sucre y Alcalá, Tte. Cnel.; José Joaquín de Sucre y Alcalá; María Josefa de Sucre y Alcalá; Magdalena de Sucre y Alcalá; Maria Aguasanta de Sucre y Alcalá and 5 others
Half brother of Josefa Margarita de Sucre y Márquez de Valenzuela; Carlos Sucre y Márquez de Valenzuela; José Manuel (Don Pepe) Sucre y Márquez de Valenzuela; Vicente Sucre y Márquez de Valenzuela; Juan Manuel de Sucre y Márquez de Valenzuela and 4 others
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El Gran Mariscal. Nace en Cumana. y asesinado en las montañas de Berruecos. Al quedar huerfano de madre , su tio Jose Manuel Sucre , empleado en el ramo de rentas en Caracas , lo llevo a su hogar y lo tuvo a su cargo desde su edad mas tierna. Fue el, le escribe a Bolívar quien a mi edad de quince años me inspiro sentimientos con que creo haber servido a la patria. En 1810 , alos quince años , figuraba como aLferez de ingenieros en las filas de los independientes siendo un excelente discipulo del corornel Mires , que le habia enseñado aritmetica , algebra, geometria , topografia , nociones de construcciones civiles.
Cuando era niño le decian Antoñito.
No dominaba el arte de montar a caballo.
1817 Ascendido a Coronel.
1818 Ascendido  a General de Brigada.
Triunfo en la Batalla de Junin y Ayacucho. El General Canterac firmó las capitulaciones que fueron el principio de la independencia de las colnias. Estas capitulaciones qie ofreciera sucre a los vencidos , por lo generosas , por lo hidalgas , son unicas en la historia  de las guerras de la humanidad . Muchos pensadores modernos con sobra de fundamento , considera que el glorioso general cumanes sentó con elllas las bases politicofilosoficas  en que habian deinspirarse las relaciones futuras de la America española con la madre España y tienen el tratado de Ayacucho como el acto precursor del actual hispanoamericanismo  en su acepción mas elevada.
El General Sucre tendía por una propension innata a la guerra profesional, de ejercitos bien organizados , y esta afición fue sin duda , el lazo moral de simpatía que uniò al obscuro alferez cumanes con el brillante General Miranda , a cuyo lado sirvió Sucre durante la primera campaña. Estuvo en los Guayos y en Guaica . Tuvo el dolor de de presenciar la capitulación de la victoria , que no era solo el fracaso militar , sino prueb de que la guerra no podía ser guerra de ejercitos , con organización regular y cerebros directores , sino lucha con todas las armas y con todas las pasiones : lucha dirigida mas bien contra el no combatiente que contra el combatiente ; lucha en que mujeres , niños y ancianos se veían obligados a correr todas las eventualidades y todos los peligros ,como los combatientes .

Cronología

 
 1795
 Nace en Cumaná, Antonio José Sucre Alcalá 
 1802
 Muere doña María Manuela Alcalá, madre de Sucre. 
 1804
 Segundas nupcias de don Vicente Sucre Urbaneja con doña Narcisa Márquez Alcalá. 
 1808
 Sucre llega a Caracas a cursar estudios en la Escuela de Ingeniería Militar, se encuentra bajo la tutela de su padrino Antonio Patricio Alcalá, Arcediano de la Catedral de Caracas. 
 1810
 Sucre regresa a Cumaná como cadete de la Noble Compañía de Húsares de Fernando VII. Cumaná adhiere al cambio y la Junta Suprema lo nombra Subteniente de Milicias Regladas del Ejercito de Oriente.  
 1811
 En Cumaná, Vicente Sucre es electo Presidente Ejecutivo y recibe el grado de Coronel. Sucre es nombrado por la Junta de Caracas Comandante del Cuerpo de Ingenieros de Margarita y participa en la Campaña de Barcelona. 
 1812
 Participa en la Campaña del Centro en el Mayor General del ejercito de Miranda. Regresa a Cumaná después de la Capitulación de Julio.  
 1813
 Se incorpora a la Campaña de Oriente bajo las órdenes de Mariño. Participa en Güiria y recibe el grado de Teniente Coronel. Triunfa en la toma de Cumaná frente al español Antoñanzas. Se encarga del entrenamiento de las tropas que se unieron a la Campaña de Occidente. 
 1814
 Asiste al encuentro de las tropas de oriente y occidente. Participa en la Batalla de La Puerta. Cae prisionero su hermano Pedro, quien es fusilado en La Victoria. Boves toma Cumaná, mueren sus hermanos Vicente y Magdalena. Acompaña al ejercito en la emigración a oriente y participa luego en la Campaña de Maturín. 
 1815
 Se retira con Bermúdez a Margarita, tras la caída de la isla en manos de Morillo se marcha a las Antillas. Llega a Cartagena en agosto y participa en el sitio como ingeniero auxiliar del ingeniero militar Luis de Pombo. 
 1816
 Sucre, en compañía de Soublette y Bermúdez llega a Haití. No participa en la Expedición de Los Cayos y se retira a las islas de Trinidad. Se reincorpora al ejercito de Mariño como jefe del Estado Mayor y participa en la Campaña de Oriente. 
 1817
 Se encarga Sucre de la Formación del nuevo cuerpo de infantería Bajo Orinoco. Se abstiene de participar en el Congresillo de Cariaco. Se encarga del comando de la antigua Guayana y es ascendido al grado de Coronel como Jefe del Estado Mayor de Bermúdez, se traslada a Cumaná. Se entrevista con Mariño, a instancias de Bolívar, con el fin de obtener el reconocimiento de Bolívar como autoridad suprema. No tiene éxito. 
 1818
 Permanece en el ejercito a las órdenes de Bermúdez en oriente. Combate en Güiria. Campaña en Río Caribe 
 1819
 Se incorpora a la Campaña de Guayana a las órdenes de Bolivar. Zea, como vicepresidente de Venezuela, le confiere el grado de General de Brigada.  
 1820
 Participa en la Campaña de Occidente al mando del contingente "Guardia Colombiana", como jefe del Estado Mayor General del Ejercito Libertador. Recibe en Trujillo el nombramiento de ministro interino de guerra. Se responsabiliza de redactar y preparar el armisticio y el Tratado de Regulacion de Guerra que se firma en noviembre entre Bolivar y Morillo.  
 1821
 Es nombrado jefe del Ejercito del Sur de la Gran Colombia. Se encarga de la Campaña de Pasto y Popayán. Se dirije a Guayaquil para incorporarlo a la nueva república. Llega a Guayaquil y firma un convenio que coloca a la provincia bajo la proteccion de Colombia y bajo la tutela de Bolivar. Batalla de Yaguachi. Sucre triunfa sobre el jefe español González. Es derrotado en Huachi por Aimerich. Firma el armisticio que permite la recuperacion y el posterior triunfo del Ejercito del Sur. 
 1822
 Sale de Guayaquil para reunirse con el Ejercito de peru en Saraguro. Crea la Corte de Justicia. Triunfa en Pichincha y consigue la liberacion de Quito. Es ascendido a General de División y nombrado Intendente de Quito. Se dirije a Pasto a controlar una sublevacion y triunfa. Preside la instalacion del Colegio Electoral de Quito. Funda "El Monitor", primer periodico republicano del Ecuador.  
 1823
 Se dirije al Peru, como plenipotenciario de Colombia, en mision diplomatica a entablar conversaciones con el gobierno de Lima, el cual se encuentra en una situacion crítica. El gobierno peruano lo nombra Jefe del Ejercito Unido de Colombia y Peru. Sucre se niega a intervenir en la politica interna del Peru, ya que en el Ejercito Colombiano tenia como mision combatir por la independencia del contineinte y se retira a Huaraz. Retoma el mando y emprende la Campaña del Sur. 
 1824
 Es nombrado Jefe del Ejercito Unido Libertador del Peru. Muere el padre de Sucre. Bolivar entrega el comando supremo de los ejercitos a Sucre. Abandona Lima, defensa del Callao y recuperacion de Lima. Expedicion del Sur en auxilio de Santa Cruz. Acantonamiento del ejercito en el Cuzco y retirada hasta Huamanga. Triunfo en Ayacucho con lo cual logra la independencia del Peru y la libertad de America. Bolivar le confiere el titulo de Gran Mariscal de Ayacucho. 
 1825
 Bolivar escribe la biografia de Sucre. El Congreso Peruano lo nombra Gran Mariscal de Ayacucho. El Congreso Colombiano lo asciende a General en Jefe de la Republica de la Gran Colombia y le otorga una espada de oro. Sucre entra a La Paz, redacta y firma el decreto mediante el cual convoca a la Asamblea de Diputados de las cuatro provincias Alto Peruanas, con el fin de que decidan el destino de la region. El jefe realista Olañeta prepara un atentado contra Sucre en Oruro. Se entrevista con Arenales, delegado del ejecutivo de Argentina quien le notifica que los pueblos del Rio de la Plata dejan a los pueblos del Alto Peru la libre disposicion de sus destinos. Entran en Chuquisaca Sucre y Arenales, en medio de aclamaciones. Asiste en Chuquisaca a la firma del acta de independencia del Alto Peru. La Asamblea de Chuquisaca declara a Sucre ciudadano de Bolivia y le entrega el mando supremo de la nueva nacion en la ausencia de Bolivar. En compañía del Libertador y los plenipotenciarios de Argentina y Peru, sube al Potosí y enarbolan las banderas de las republicas americanas. 
 1826
 Nace Jose Maria, en La Paz, hijo natural de Sucre con Rosalía Cortez. Asume el mando en Bolivia y el Congreso Constituyente le encomienda la presidencia por dos años. Encarga de la educacion en Bolivia a Simon Rodriguez. Propicia la fundacion de la Universidad de la Paz. Funda el periodico "El Condor" en Chuquisaca. Toma posecion constitucional de la presidencia de Bolivia. 
 1827
 El gobierno de Bogotá restringe los poderes militares de Sucre en Bolivia. Enfrenta la sublevacion del Regimiento de Caballeria de Granadereros de Colombia. Comienza a darse un clima de intranquilidad politica en La Paz. Organiza en su primer año de gobierno la hacienda, celebra tratados comerciales con el Peru, decreta la entrega de tierras a los indios y organiza la agricultura.  
 1828
 Se entrevista con Gamarra con el fin de evitar una crisis politica en la nueva nacion. En Chuquisaca se levanta un complot contra Sucre, inspirado por Gamarra y capitaneado por Casimiro Olañeta con la intencion de apartarlo del poder. Contrae matrimonio, por poder, con Mariana Carcelén quien se encuentra en Quito. Se retira del ejecutivo y deja un presidente encargado. Abandona Bolivia, deja su mensaje al congreso junto con el decreto de la nueva constitucion, textos politicos de gran importancia. Llega a Quito a encontrarse con su esposa. Es nombrado Jefe del Ejercito Colombiana para la campaña contra Peru. 
 1829
 Parte de Quito a dirigir la guerra contra Peru. Triunfa en Tarqui contra el Ejercito Peruano dirigido por La Mar. Ofrece una capitulacion honrosa al Ejercito Peruano, exaltando la necesidad de la fraternidad americana. Nace la hija de Sucre con Mariana Carcelén. Sale de Quito a encontrarse con Bolivar en Popayan con el fin de evitar un enfrentamiento entre Venezuela y el poder central. La provincia de Cumaná lo nombra diputado al Congreso Admirable a celebrarse el proximo año. 
 1830
 Llega a Bogotá para asistir al Congreso Constituyente de la Gran Colombia donde se decirirá el destino de la republica. Se instala el Congreso de la Gran Colombia. Se instala el Congreso y es electo presidente. El congreso le confiere la mision de tratar con los comisionados venezolanos. Llega a Tariba y se le impide proseguir. Regresa a Bogotá para asistir las últimas seciones del Congreso. Es asesinado en Berruecos cuando se dirigía a Quito a reunirse con su familia.

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El General Antonio José de Sucre nació en la ciudad de Cumaná, en las provicias de Venezuela, el 3 de Febrero de 1795, de padres ricos y distinguidos.
Recibió su primera educación en la capital de Caracas. En el año de 1808, principió sus estudios en Matemática para seguir la carrera de ingenieros. Empezada la revolución se dedicó a esta arma y mostró desde los primeros días una aplicación y una inteligencia que lo hicieron sobresalir entre sus compañeros. Muy pronto empezó la guerra, desde luego el General Sucre salió a campaña. Sirvió a las órdenes del General Miranda con distinción en los años 11 y 12. Cuando los Generales Mariño, Piar, Bermúdez y Valdés emprendieron la reconquista de su patria, en el año de 13, por la parte oriental, el joven Sucre les acompañó a una empresa la más atrevida y temeraria. Apenas un puñado de valientes, que no pasaban de ciento, intentaron y lograron la libertad de tres provincias. Sucre siempre se distinguía por su infatigable actividad, por su inteligencia y por su valor. En los célebre campos de Maturín y Cumaná se encontraba de ordinario al lado de los más audaces, rompiendo las filas enemigas, destrozándo ejércitos contrarios con tres o cuatro compañías de voluntarios que componían todas nuestras fuerzas. La Grecia no ofrece prodigios mayores. Quinientos paisanos armados, mandados por el intrépido Piar, destrozaron ocho mil españoles en tres combates en campo raso. El General Sucre era uno de los que se distinguían en medio de estos héroes. 

El General Sucre sirvió al Estado Mayor General del Ejército de Oriente desde el año de 14 hasta el de 17, siempre con aquel celo, talento y conocimientos que los han distinguido tanto. El era el alma del ejército en que servía. El metodizaba todo; él lo dirigía todo, más, con esa modestia, con esa gracia, con que hermosea cuanto ejecuta. En medio de las combustiones que necesariamente nacen de la guerra y de la revolución, el General Sucre se hallaba frecuentemente de mediador, de consejo, de guía, sin perder nunca de vista la buena causa y el buen camino. El era el azote del desorden y, sin embargo, el amigo de todos. 

Su adhesión al Libertador y al Gobierno lo ponían a menudo en posiciones difíciles, cuando los partidos domésticos encendían los espíritus. El General Sucre quedaba en la tempestad semejante a una roca, combatida por las olas, clavando los ojos en la patria, en la justicia y sin perder, no obstante, el aprecio y el amor de los que combatía. 

Después de la batalla de Boyacá, el General Sucre fue nombrado Jefe del Estado Mayor General Libertador, cuyo destino desempeñó con su asombrosa actividad. En esta capacidad, asociado al General Briceño y Coronel Pérez, negocio el armisticio y regularización de la guerra con el General Morillo el año de 1820. Este tratado es digno del alma del General Sucre: la benignidad, la clemencia, el genio de la beneficencia lo dictaron; él será eterno como el más bello monumento de la piedad aplicada a la guerra; el será eterno como el nombre del vencedor de Ayacucho. 

Luego fue destinado desde Bogotá, a mandar la división de tropas que el Gobierno de Colombia puso a sus órdenes para auxiliar a Guayaquil que se había insurreccionado contra el Gobierno Español. Allí Sucre desplegó su genio conciliador, cortés, activo, audaz. 

Dos derrotas consecutivas pusieron a Guayaquil al lado del abismo. Todo estaba perdido en aquella época: nadie esperaba salud, sino en un prodigio de la buena suerte. Pero el General Sucre se hallaba en Guayaquil, y bastaba su presencia para hacerlo todo. El pueblo deseaba librarse de la esclavitud: el General Sucre, pues, dirigió este noble deseo con acierto y con gloria. Triunfa en Yaguachi, y libró así a Guayaquil. Después un nuevo ejército se presentó en las puertas de esta misma ciudad, vencedor y muy fuerte. El General Sucre lo conjuró, lo rechazó sin combatir. Su política logró lo que sus armas no habrían alcanzado. La destreza del General Sucre obtuvo un armisticio del General español, que en realidad era una victoria. Gran parte de la batalla de Pichincha se debe a esta hábil negociación; porque sin ella, aquella célebre joranda no habría tenido lugar. todo habría sucumbido entonces, no teniendo a su disposición el General Sucre medios de resistencia. 

El General Sucre formó, en fin, un ejército respetable durante aquel armisticio con las tropas que levantó en el país, las que recibió del Gobierno de Colombia y con la división del General Santa Cruz que obtuvo del Protector del Perú, por resultado de su incansable perseverancia en solicitar por todas partes enemigos a los españoles poseedores de Quito. 

La Campaña terminó la guerra del Sur de Colombia, fue dirigida y mandada en persona por el General Sucre; en ella mostró sus talentos y virtudes militares; superó dificultades que parecían invencibles; la naturaleza le ofrecía obstáculos, privaciones y penas durísimas: mas a todo sabía remediar su genio fecundo. La batalla de Pichincha consumó la obra de su celo, de su sagacidad y de su valor. Entonces fue nombrado, en premio de sus servicios, general de división e Intendente del Departamento de Quito. Aquellos pueblos veían en él su Libertador, su amigo; se mostraban más satisfechos del jefe que les era destinado, que de la libertad misma que recibían en sus manos. El bien dura poco, bien pronto lo perdieron. 

La pertinaz ciudad de Pasto se subleva poco después de la capitulación que les concedió el Libertador, con una generosidad sin ejemplo en la guerra. La de Ayacucho, que acabamos de ver con asombro, no le era comparable. Sin embargo, este pueblo ingrato y pérfido obligó al General Sucre a marchar contra él, a la cabeza de unos batallones y escuadrones de la guardia colombiana. Los abismos, los torrentes, los escarpados precipicios de Pasto fueron franqueados por los invencibles de Colombia. El General Sucre los guiaba, y Pasto fue nuevamente reducido al deber. El General Sucre, bien pronto, fue destinado a una doble misión militar y diplomática cerca de este gobierno, cuyo objeto era hallarse al lado del Presidente de la República para intervenir en la ejecución de las operaciones de las tropas colombianas auxiliares del Perú. Apenas llegó a esta capital, que el gobierno del Perú le instó, repetida y fuertemente, para que tomase el mando del ejercito unido; él se denegó a ello, siguiente su deber y su propia moderación hasta que la aproximación del enemigo con fuerzas muy superiores convirtió la aceptación del mando en una honrosa obligación. 

Todo estaba en desorden: todo iba a sucumbir sin un jefe militar que pusiese en defensa la plaza del Callao, con las fuerzas que ocupaban la capital. El General Sucre tomó, a su pesar, el mando. 

El Congreso, que había sido ultrajado por el Presidente Riva-Agüero, depuso a este magistrado luego que entró en el Callao, y autorizó al General Sucre para que obrase militar y políticamente como Jefe Supremo. Las circunstancias eran terribles, urgentísimas: no había que vacilar, sino obrar con decisión. 

El General Sucre renunció, sin embargo, el mando que le confería el Congreso, el que siempre insistía con mayor ardor en el mismo empeño, como que era el único hombre que podía salvar la patria en aquel conflicto tan tremendo. El Callao encerraba la caja de Pandora, y al mismo tiempo era el caos. El enemigo estaba a las puertas con fuerzas dobles: la plaza no estaba preparada para un sitio: los cuerpos del ejército que la guarnecían eran de diferentes estados, de diferentes partidos; el Congreso y el Poder Ejecutivo luchaban de mano armada; todo el mundo mandaba en aquel lugar de confusión, y al parecer el General Sucre era responsable de todo. El, pues, tomó la resolución de defender la plaza, con tal que las autoridades supremas la evacuasen, como ya se había determinado de antemano por parte del Congreso y del Poder Ejecutivo. Aconsejó a ambos cuerpos que se entendiesen y transigiesen sus diferencias en Trujillo, que era el lugar designado para su residencia. 

El General Sucre tenía ordenes positivas de su Gobierno de sostener al Perú, pero de abstenerse de interferir en sus diferencias intestinas; esta fue su conducta invariable, observando religiosamente sus instrucciones. Por lo mismo, ambos partidos se quejaban de indiferencia, de indolencia, de apatía por parte del General de Colombia, que si habia tomado el mando militar había sido con suma repugnancia y sólo por complacer a las autoridades peruanas; pero bien resuelto a no ejercer otro mando que el estrictamente militar. Tal fue su comportamiento en medio de tan díficiles circunstancias. El Perú puede decir si la verdad dicta estas líneas. 

Las operaciones del General Santa Cruz en el alto Perú habían empezado con buen suceso y esperanzas probables. El General Sucre había recibido órdenes de embarcarse con cuatro mil hombres de las tropas aliadas hacia aquella parte. En efecto dirige su marcha con tres mil colombianos y chilenos; desembarca en el puerto de Quilca, y toma la ciudad de Arequipa. Abre sus comunicaciones con el General Santa Cruz que se hallaba en el Alto Perú; a pesar de no recibir demanda alguna de dicho General, de auxilios, dispone todo para obrar inmediatamente contra el enemigo común. Sus tropas habían llegado muy estropeadas, como todas las que hacen la misma navegación; los caballo y bagajes, había costado una inmensa dificultad obtenerlos; las tropas de Chile se hallaban desnudas, y debieron vestirse antes de emprender una campaña rigurosa. Sin embargo, todo se ejecutó en pocas semanas. Ya la división del General Sucre había recibido parte del General Santa Cruz, que la llamaba en su auxilio, y algunas horas después de la recepción de este parte estaba en marcha, cuando se recibió el triste anuncio de la disolución de la mayor parte de la división peruana en las inmediaciones del Desaguadero. Por entonces todo cambia de aspecto. Era, pues, indispensable mudar el plan. El General Sucre tuvo una entrevista con el General Santa Cruz en Monquegua, y allí combinaron sus ulteriores operaciones. La división que mandaba el General Sucre vino a Pisco y de allí pasó, por orden del Libertador, a Supe para oponerse a los planes de Riva-Agüero que obraba de concierto con los españoles. 

En estas circunstancias el General Sucre instó al Libertador porque le permitiese ir a tomar el valle de Jauja con las tropas de Colombia, para oponerse allí al General Canterac, que venía del Sur. Riva-Agüero había ofrecido cooperar a esta maniobra más su perfidia pretendía engañarnos. Su intento de dilatarla hasta que llegasen los españoles, sus auxiliares. Tan miserable treta no podía alucinar al Libertador, que la había previsto con anticipación, o más bien la conocía por documentos interceptados de los traidores y de los enemigos. 

El General Sucre dio en aquel momento un brillante testimonio de su carácter generoso. Riva-Agüero lo había calumniado atrozmente: lo suponía autor de los decretos del Congreso; el agente de la ambición del Libertador; el instrumento de su ruina. No obstante esto, Sucre ruega encarecida y ardientemente al Libertador, para que no lo emplee en la campaña contra Riva-Agüero, no aún como simple soldado; apenas se pudo conseguir de él, que siguiese como un espectador y no como un jefe del ejército unido; su resistencia era absoluta. El decía que de ningún modo convenía la intervención de los auxiliares en aquella lucha, e infinitamente menos la suya propia, porque se le suponía enemigo personal de Riva-Agüero y competidor al mando. El Libertador cedió con infinito sentimiento, según se dijo, a los vehementes clamores del General Sucre. El tomó en persona el mando del ejército, hasta que el general La Fuente por su noble resolución de ahogar la traición de su jefe, y la guerra civil de su patria, prendió a Riva-Agüero y sus cómplices. Entonces el General Sucre volvió a tomar el mando del ejército; lo acantonó en la Provincia de Huailas, donde se le ordenó; y allí su economía desplegó todos sus recursos para mantener con comodida y agrado a las tropas de Colombia. Hasta entonces aquel departamento había producido muy poco, o nada al Estado. Sin embargo el General Sucre establece el orden más estricto para la subsistencia del ejército, conciliando, a la vez, el sacrificio de los pueblos, y disminuyendo el dolor de las exacciones militares con su inagotable bondad y con su infinita dulzura. Así fue que el pueblo y el ejército se encontraron tan bien cuanto las circunstancias lo permitían. 

Sucre tuvo órdenes de hacer un reconocimeinto de la frontera, como lo efectuó con el esmero que acostumbra, y dictó además aquellas providencias preparatorias que debían servirnos para realizar la proxima campaña. 

Cuando la traición del Callao y de Torre-Tagle llamaron los enemigos a Lima, el General Sucre recibió órdenes de contrarrestar el complicado sistema de maquinaciones pérfidas que se extendió en todo el territorio contra la libertad del país, la gloria del Libertador, y el honor de los colombianos. El General Sucre combatió con suceso a todos los adversarios de la buena causa; escribió con sus manos resmas de papel para impugnar a los enemigos del Perú y de la libertad; para sostener a los buenos, y para confortar a los que comenzaban a desfallecer por los prestigios del error triunfante. El General Sucre escribía a sus amigos que más interés había tomado por la causa del Perú, que por la que fuese propia o perteneciese a su familia. Jamás había desplegado un celo tan infatigable; más sus servicios no se vieron burlados: ellos lograron retener en la causa de la patria, a muchos que la habrían abandonado sin el empeño generoso de Sucre. Este General tomó al mismo tiempo a su cargo la dirección de los preparativos que produjeron el efecto maravilloso de llevar el ejército al valle del Jauja por encima de los Andes, helados y desiertos. El ejército recibió todos los auxilios necesarios debidos, sin duda, tanto a los pueblos peruanos que los presentaban como al jefe que los había ordenado tan oportuna y discretamente. 

El General Sucre después de la acción de Junín se consagró de nuevo a la mejora y alivio del ejército. Los hospitales fueron provistos por él, y los piquetes que venían de alta al ejército, eran auxiliados por el mismo General; estos cuidados dieron al ejército dos mil hombres, que quizás habrían perecido en la miseria sin el esmero del que consagra sus desvelos a tan piadoso servicio. Para el General Sucre todo sacrificio por la humanidad y por la patria, le parece glorioso. Ninguna atención bondadosa es indigna de su corazón: él es el general del soldado. 

Cuando el Libertador lo dejó encargado de conducir la campaña durante el invierno que entraba, el General Sucre desplegó todos los talentos superiores que lo habían conducido a obtener la más brillante campaña de cuantas forman la gloria de los hijos del nuevo mundo. La marcha del ejército unido desde la Provincia de Cotabamba hasta Huamanga, es una operación insigne, comparable quizá a lo más grande que presenta la historia militar. Nuestro ejército era inferior en mitad al enemigo, que poseía infinitas ventajas materiales sobre el nuestro. Nosotros nos veíamos forzados a desfilar sobre riscos, gargantas, ríos, cumbres, abismos, siempre en presencia de un ejército enemigo y siempre superior. Esta corta, pero terrible campaña, tiene un mérito que todavía no es bien conocido en su ejecución: ella merece un Cesar que la describa. 

La Batalla de Ayacucho es la cumbre de la gloria americana, y la obra del general Sucre. La disposición de ella ha sido perfecta, y su ejecución divina. Maniobras hábiles y prontas desbarataron en una hora a los vencedores de catorce años, y a un enemigo perfectamente constituido y hábilmente mandado. Ayacucho es la desesperación de nuestros enemigos. Ayacucho semejante a Water loo, que decidió del destino de Europa, ha fijado la suerte de las naciones americanas. Las generaciones venideras esperan la victoria de Ayacucho para bendecirla, y contemplarla sentada en el trono de la libertad, dictando a los americanos el ejercicio de sus derechos, y el imperio sagrado de la naturaleza. 

El General Sucre es el Padre de Ayacucho: es el redentor de los hijos del Sol; es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada. 

Lima 1825. 


En Cumana se decía que el que no era familia de Sucre era familia del Caballo.
fueron sus Padrinos Antonio Patricio Alcala y Centeno  y  Doña Juana Jeronima Sanchez

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Agregado por: Ing. Carlos Juan Felipe Urdaneta Alamo, MD.IG.

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Carlos Juan Felipe Antonio Vicente De La Cruz Urdaneta Alamo →Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal.  Is your fourth great uncle.
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of→ Carlos Juan Felipe Antonio Vicente De La Cruz Urdaneta Alamo→  ntonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal. is your fourth great uncle.
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Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal. MP 
Gender: Male
Birth: February 03, 1795
Cumana, Sucre, Sucre, Venezuela, Bolivarian Republic of
Death: June 04, 1830 (35)
Cerro de La Jacoba, Berruecos, Colombia (Murder)
Place of Burial: Iglesia la Catedral, Quito, Pichincha, Ecuador
Immediate Family:
Son of Coronel Vicente Vitto Luis Ramón de Sucre y García de Urbaneja and María Manuela de Alcalá Rendón y Sánchez
Husband of Mariana Felipa de Carcelén y Larrea, VI Marquesa de Solanda y Villarocha
Partner of Rosalía Cortés y Silva; Tomasa Bravo and Manuela de la Concepción Rojas Iñiguez
Father of José María; Simona; Pedro César de Sucre y Roxas and María Teresa de Sucre y Carcelén
Brother of José María de Sucre y Alcalá, Tte. Cnel.; José Joaquín de Sucre y Alcalá; María Josefa de Sucre y Alcalá; Magdalena de Sucre y Alcalá; Maria Aguasanta de Sucre y Alcalá and 5 others
Half brother of Josefa Margarita de Sucre y Márquez de Valenzuela; Carlos Sucre y Márquez de Valenzuela; José Manuel (Don Pepe) Sucre y Márquez de Valenzuela; Vicente Sucre y Márquez de Valenzuela; Juan Manuel de Sucre y Márquez de Valenzuela and 4 others
Added by: Carlos Penzini on April 17, 2007
Managed by: Carlos Juan Urdaneta Alamo and 24 others
Curated by: Philip J. Decker

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Antonio José Francisco de Sucre y Alcalá, 4th President of Peru, 2nd President of Bolivia, Field Marshal. MP
Gender: Male
Birth: February 03, 1795
Cumana, Sucre, Sucre, Venezuela, Bolivarian Republic of
Death: June 04, 1830 (35)
Cerro de La Jacoba, Berruecos, Colombia (Murder)
Place of Burial: Iglesia la Catedral, Quito, Pichincha, Ecuador
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Don Antonio José de Sucre y Alcalá también nacido en Cumaná, el 3 de febrero de 1795. (Los hermanos Alberto y Arturo García Carraffa, en su obra Enciclopedia Heráldica y Genealógica Hispano Americana, Tomo LXXXIII, pág. 235, asientan como fecha de su nacimiento el 18 de junio de 1796, recogida muy posiblemente, de la Historia de Familias Cubanas del Conde de San Juan de Jaruco, o bien, de la información de limpieza de sangre, nobleza e hidalguía, de Doña María del Rosario de Sucre y García de Urbaneja, su tía carnal, viuda de Don Manuel de Navarrete y Sáenz, rendida en Santiago de Cuba el 9 de enero de 1820, en la Intendencia del Ejército y Real Hacienda, ante el escribano público Don José Antonio de Zayas). Don Luis Alberto Sucre Urbaneja dice que la fecha de su nacimiento es el 23 de febrero de 1795. Hizo Don Antonio José sus primeras armas, en 1812, a la edad de 17 años, en Barcelona, en compañía de su hermano mayor Don José María. Conocida es del mundo su deslumbrante carrera militar al servicio de las tropas independientes. Los portentos de su talento, su espíritu selecto, su natural y corazón nobles que se manifiestan en el " Tratado de Regularización de la Guerra"; sus decisiones, aún cuando enérgicas, plasmadas de una serenidad sin precedentes, le facilitan la meta gloriosa de Ayacucho, que le hace acreedor, a la edad de 29 años, al título de Gran Mariscal. Siendo Presidente de la República de Bolivia, casó en Quito, por poder, con Doña Mariana de Carcelén y Larrea, Marquesa de Solanda, descendiente del primer Marqués de este título, Vizconde de Santa Cruz, Don Antonio Sánchez de Orellana, Gayas y Román, Gobernador y Capitán General de San Francisco de Borja, Perú. En su matrimonio sólo hubo una hija: Teresa de Sucre y Carcelén, fallecida trágicamente en la niñez. Murió el 4 de junio de 1830, vilmente asesinado, en la montaña de Berruecos, cerro de La Jacoba, a dos kilómetros de La Venta, hoy ciudad de La Unión. Sus restos reposan en el Ecuador, de donde sus agradecidos y dignos hijos no han permitido jamás su salida (ITURRIZA GUILLÉN, C.: Algunas familias de Cumaná. Caracas 1973. Pp. 740-741).

OLA

Antonio José de Sucre Venezuelan revolutionary and statesman; president of Bolivia 1826–28. He served as Simón Bolívar's chief of staff, liberating Ecuador, Peru, and Bolivia from the Spanish. He was the first president of Bolivia.
http://www.nationsonline.org/oneworld/History/Bolivia-history.htm http://planetatachira.blogspot.com/2013/09/efemerides-del-mes-de-junio.html https://www.venezuelatuya.com/biografias/sucre.htm

Asesinato de Antonio Jose de Sucre - 4 de Junio de 1830 en las Montañas de Berruecos. Nació en la ciudad venezolana de Cumaná el 3 de febrero de 1795, era hijo de Vicente Sucre y Urbaneja y de María Manuela de Alcalá. A los 15 años fue a Caracas a estudiar ingeniería militar. Allí se vió envuelto en la revolución y muy pronto actuó junto a Bolívar, acompañándolo cuando éste fue a la Nueva Granada (actual Colombia), involucrados ambos en la tarea libertaria. En Guayaquil presenció la entrevista de Bolívar con San Martín. Venció en Pichincha (Ecuador) y Ayacucho (Perú), batallas que fueron definitivas para la consolidación de las nuevas naciones americanas. Fue Presidente de Bolivia (1825 – 1828). Liberal a ultranza, Sucre, abogó por un comercio libre, la abolición del tributo indígena y el establecimiento de una contribución directa universal, sin éxito. Reformó la estructura fiscal de la colonia. Tomó una posición dura con la iglesia, controlando sus actividades, finanzas y cerrando varias órdenes. Propugnó la educación secular y abrió escuelas de artes y oficios. La presencia del ejército colombiano en Bolivia despertó recelos y protestas que terminaron en el motín del 18 de abril que precipitó su renuncia a la presidencia.
Lo más notable de Antonio José de Sucre fue su carácter. Fidelidad para los amigos, como lo demostró su adhesión incondicional a Simón Bolívar, la honestidad en el desempeño de sus funciones y la falta de ambición personal, hecho muy evidente cuando su figura deslumbró en el panorama boliviano y él accedió a la presidencia muy a pesar suyo, pues nunca persiguió el mando político. Fue un hombre perspicaz que supo percibir el curso de las historia aún antes de que los acontecimientos se desencadenaran, por ello su resistencia a pasar el Desaguadero y sus consultas antes de tomar la determinación de dejar que los altoperuanos definieran por sí mismos su propio destino. Buscó la opinión de quienes consideraba los más informados, aunque no tuvieran afinidades con ellos, tal el caso de Casimiro Olañeta, con quien conversó y cambió opiniones, pese a las grandes diferencias que los separaban.
La opinión de los historiadores sobre Sucre es unánime, fue un hombre incorruptible, fiel a sus ideales; pero hombre de su tiempo al fin, sus actos respondieron a cambios radicales que dejaban de lado las tradiciones y los sistemas establecidos. Además, él era un venezolano de corazón que no hizo eco ni del panandinismo de Santa Cruz ni del panamericanismo de Bolívar, manteniéndose, dentro de las circunstancias, alejado del ajetreo político de Bolivia. El fue la espada que mantuvo al Perú entre dos fuegos cuando las diferencias con Colombia se ahondaron. Finalmente fue víctima en Berruecos. Cerca de Pasto (Colombia), donde fue asesinado en circunstancias oscuras, el 4 de Junio de 1830.

MUERTE DE SUCRE

José María Obando del Campo, Presidente de la Nueva Granada (1831-1832 y 1853-1854) fue el autor intelectual del crimen sucedido en las montanas de Berruecos: el asesinato del General Antonio Jose de Sucre. El sicario que lo mato respondia al nombre de Apolinar Morillo, A comienzos de 1839, Morillo fue apresado por el ejercito neogranadino, por cargos de bandolerismo y otros asesinatos. Justamente al ser custudiado por el ejercito neogranadino y llegar al sitio exacto donde fue asesinado el militar venezolano, gloria de Venezuela y de America, (el Gral Sucre), la mula que conducia al feroz bandolero (Morillo), se encabrito y se paro en dos patas casi derribando al preso. Esto permitio que uno de los oficiales reconociera el lugar y asi lo recodo a todos. Morillo palidecio ante las palabras del oficial y comenzo casi como hipnotizado a hacer comentarios sobre el crimen, en forma tal que los asombrados militares comprendieron que el forajido que tenian en sus manos podia ser el hombre clave en el sensacional caso del asesinato de Sucre. Luego de 9 anos, de sucedido el crimen, se logro identificar a los dos forajidos que dispararon sobre Sucre y que habian desaparecido sin dejar el mas minimo rastro. Estos fueron tambien asesinados para que no hablaran,corto tiempodespues de sucedido el crimen. Como se llego a la conexion intelectual del triste crimen ? ...Sucre viajaba de Colombia hacia Ecuador en mision de acercamiento y para fortalecer la unidad neogranadina, amenazada por obscuros intereses, personificados en un hombre que, por cierto, un ano despues de la tragica muerte del Mariscal venezolano , asumiria la Presidencia de Colombia. Este individuo, Jose Maria Obando, deseaba eliminar al Libertador como Jefe Supremo de la Republica Neogranadina, pero veia en Antonio Jose de Sucre el principal obstaculo para sus ambiciones, pues el Procer venezolano, con su elocuencia e influyente presencia, e impecables credenciales (a parte de no querer tener nada que ver con la politica) obstaculizaba la tarea fraccionalista de la oligarquia conservadora (presente en Venezuela y Colombia). El juicio que le siguio a Obando, estando el en la Presidencia, es por no decir algo peor, grotescamente increible. La situacion en Colombia en esa epoca era tal que el gobierno cambiaba de mes a mes, entre golpes y contragolpes. El lider de un grupo rebelde no era otro que el mismo Obando, asi que al llegar a la Presidencia, absolvio a Morillo ayudandolo a escapar. Pero al ano siguiente volvio a tomar el poder el gobierno derrocado y Morillo fue hecho preso nuevamente. Alli fue ajusticiado y murio en prision el bandolero. Erazo y Sarria, los dos otros implicados en el crimen, habian muerto anos antes bajo circunstancias sospechosas. En 1853 volvio Obando al poder y aprovechandose de esto, trato de probar inutilmente su inocencia, pues las pruebas materiales y escritas eran aplastantes ( estas estan resumidas en la obra del historiador Jose de Irrisarri, en un libro titulado: "Obando y la historia critica del asesinato de Sucre" ). Obando despues de esto, trato de evadir la justicia rebelandose contra el gobierno. Obando murio por las fuerzas del gobierno, en la Batalla de Sobachoque, en 1861. Tenia 66 anos.

Conocido como el «Gran Mariscal de Ayacucho» fue un político, estadista y militar venezolano, prócer de la independencia así como presidente de Bolivia y Perú. General en Jefe del Ejército de la Gran Colombia y Comandante del Ejército del Sur. Era hijo de una familia acomodada de tradición militar, siendo su padre coronel del Ejército realista. Es considerado como uno de los militares más completos entre los próceres de la independencia suramericana.
Field Marshal of Ayacucho.
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Mariana Felipa de Carcelén y La...
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María Teresa de Sucre y Carcelén
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Pedro César de Sucre y Roxas
son

Tomasa Bravo
partner

Simona
daughter

Rosalía Cortés y Silva
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José María
son

María Manuela de Alcalá Rendó...
mother

Coronel Vicente Vitto Luis Ramó...
father

José María de Sucre y Alcalá,...
brother

José Joaquín de Sucre y Alcalá
brotherEl Gran Mariscal. Nace en Cumana. y asesinado en las montañas de Berruecos. Al quedar huerfano de madre , su tio Jose Manuel Sucre , empleado en el ramo de rentas en Caracas , lo llevo a su hogar y lo tuvo a su cargo desde su edad mas tierna. Fue el, le escribe a Bolívar quien a mi edad de quince años me inspiro sentimientos con que creo haber servido a la patria. En 1810 , alos quince años , figuraba como aLferez de ingenieros en las filas de los independientes siendo un excelente discipulo del corornel Mires , que le habia enseñado aritmetica , algebra, geometria , topografia , nociones de construcciones civiles.
Cuando era niño le decian Antoñito.
No dominaba el arte de montar a caballo.
1817 Ascendido a Coronel.
1818 Ascendido  a General de Brigada.
Triunfo en la Batalla de Junin y Ayacucho. El General Canterac firmó las capitulaciones que fueron el principio de la independencia de las colnias. Estas capitulaciones qie ofreciera sucre a los vencidos , por lo generosas , por lo hidalgas , son unicas en la historia  de las guerras de la humanidad . Muchos pensadores modernos con sobra de fundamento , considera que el glorioso general cumanes sentó con elllas las bases politicofilosoficas  en que habian deinspirarse las relaciones futuras de la America española con la madre España y tienen el tratado de Ayacucho como el acto precursor del actual hispanoamericanismo  en su acepción mas elevada.
El General Sucre tendía por una propension innata a la guerra profesional, de ejercitos bien organizados , y esta afición fue sin duda , el lazo moral de simpatía que uniò al obscuro alferez cumanes con el brillante General Miranda , a cuyo lado sirvió Sucre durante la primera campaña. Estuvo en los Guayos y en Guaica . Tuvo el dolor de de presenciar la capitulación de la victoria , que no era solo el fracaso militar , sino prueb de que la guerra no podía ser guerra de ejercitos , con organización regular y cerebros directores , sino lucha con todas las armas y con todas las pasiones : lucha dirigida mas bien contra el no combatiente que contra el combatiente ; lucha en que mujeres , niños y ancianos se veían obligados a correr todas las eventualidades y todos los peligros ,como los combatientes .

Cronología


 1795
 Nace en Cumaná, Antonio José Sucre Alcalá
 1802
 Muere doña María Manuela Alcalá, madre de Sucre.
 1804
 Segundas nupcias de don Vicente Sucre Urbaneja con doña Narcisa Márquez Alcalá.
 1808
 Sucre llega a Caracas a cursar estudios en la Escuela de Ingeniería Militar, se encuentra bajo la tutela de su padrino Antonio Patricio Alcalá, Arcediano de la Catedral de Caracas.
 1810
 Sucre regresa a Cumaná como cadete de la Noble Compañía de Húsares de Fernando VII. Cumaná adhiere al cambio y la Junta Suprema lo nombra Subteniente de Milicias Regladas del Ejercito de Oriente.
 1811
 En Cumaná, Vicente Sucre es electo Presidente Ejecutivo y recibe el grado de Coronel. Sucre es nombrado por la Junta de Caracas Comandante del Cuerpo de Ingenieros de Margarita y participa en la Campaña de Barcelona.
 1812
 Participa en la Campaña del Centro en el Mayor General del ejercito de Miranda. Regresa a Cumaná después de la Capitulación de Julio.
 1813
 Se incorpora a la Campaña de Oriente bajo las órdenes de Mariño. Participa en Güiria y recibe el grado de Teniente Coronel. Triunfa en la toma de Cumaná frente al español Antoñanzas. Se encarga del entrenamiento de las tropas que se unieron a la Campaña de Occidente.
 1814
 Asiste al encuentro de las tropas de oriente y occidente. Participa en la Batalla de La Puerta. Cae prisionero su hermano Pedro, quien es fusilado en La Victoria. Boves toma Cumaná, mueren sus hermanos Vicente y Magdalena. Acompaña al ejercito en la emigración a oriente y participa luego en la Campaña de Maturín.
 1815
 Se retira con Bermúdez a Margarita, tras la caída de la isla en manos de Morillo se marcha a las Antillas. Llega a Cartagena en agosto y participa en el sitio como ingeniero auxiliar del ingeniero militar Luis de Pombo.
 1816
 Sucre, en compañía de Soublette y Bermúdez llega a Haití. No participa en la Expedición de Los Cayos y se retira a las islas de Trinidad. Se reincorpora al ejercito de Mariño como jefe del Estado Mayor y participa en la Campaña de Oriente.
 1817
 Se encarga Sucre de la Formación del nuevo cuerpo de infantería Bajo Orinoco. Se abstiene de participar en el Congresillo de Cariaco. Se encarga del comando de la antigua Guayana y es ascendido al grado de Coronel como Jefe del Estado Mayor de Bermúdez, se traslada a Cumaná. Se entrevista con Mariño, a instancias de Bolívar, con el fin de obtener el reconocimiento de Bolívar como autoridad suprema. No tiene éxito.
 1818
 Permanece en el ejercito a las órdenes de Bermúdez en oriente. Combate en Güiria. Campaña en Río Caribe
 1819
 Se incorpora a la Campaña de Guayana a las órdenes de Bolivar. Zea, como vicepresidente de Venezuela, le confiere el grado de General de Brigada.
 1820
 Participa en la Campaña de Occidente al mando del contingente "Guardia Colombiana", como jefe del Estado Mayor General del Ejercito Libertador. Recibe en Trujillo el nombramiento de ministro interino de guerra. Se responsabiliza de redactar y preparar el armisticio y el Tratado de Regulacion de Guerra que se firma en noviembre entre Bolivar y Morillo.
 1821
 Es nombrado jefe del Ejercito del Sur de la Gran Colombia. Se encarga de la Campaña de Pasto y Popayán. Se dirije a Guayaquil para incorporarlo a la nueva república. Llega a Guayaquil y firma un convenio que coloca a la provincia bajo la proteccion de Colombia y bajo la tutela de Bolivar. Batalla de Yaguachi. Sucre triunfa sobre el jefe español González. Es derrotado en Huachi por Aimerich. Firma el armisticio que permite la recuperacion y el posterior triunfo del Ejercito del Sur.
 1822
 Sale de Guayaquil para reunirse con el Ejercito de peru en Saraguro. Crea la Corte de Justicia. Triunfa en Pichincha y consigue la liberacion de Quito. Es ascendido a General de División y nombrado Intendente de Quito. Se dirije a Pasto a controlar una sublevacion y triunfa. Preside la instalacion del Colegio Electoral de Quito. Funda "El Monitor", primer periodico republicano del Ecuador.
 1823
 Se dirije al Peru, como plenipotenciario de Colombia, en mision diplomatica a entablar conversaciones con el gobierno de Lima, el cual se encuentra en una situacion crítica. El gobierno peruano lo nombra Jefe del Ejercito Unido de Colombia y Peru. Sucre se niega a intervenir en la politica interna del Peru, ya que en el Ejercito Colombiano tenia como mision combatir por la independencia del contineinte y se retira a Huaraz. Retoma el mando y emprende la Campaña del Sur.
 1824
 Es nombrado Jefe del Ejercito Unido Libertador del Peru. Muere el padre de Sucre. Bolivar entrega el comando supremo de los ejercitos a Sucre. Abandona Lima, defensa del Callao y recuperacion de Lima. Expedicion del Sur en auxilio de Santa Cruz. Acantonamiento del ejercito en el Cuzco y retirada hasta Huamanga. Triunfo en Ayacucho con lo cual logra la independencia del Peru y la libertad de America. Bolivar le confiere el titulo de Gran Mariscal de Ayacucho.
 1825
 Bolivar escribe la biografia de Sucre. El Congreso Peruano lo nombra Gran Mariscal de Ayacucho. El Congreso Colombiano lo asciende a General en Jefe de la Republica de la Gran Colombia y le otorga una espada de oro. Sucre entra a La Paz, redacta y firma el decreto mediante el cual convoca a la Asamblea de Diputados de las cuatro provincias Alto Peruanas, con el fin de que decidan el destino de la region. El jefe realista Olañeta prepara un atentado contra Sucre en Oruro. Se entrevista con Arenales, delegado del ejecutivo de Argentina quien le notifica que los pueblos del Rio de la Plata dejan a los pueblos del Alto Peru la libre disposicion de sus destinos. Entran en Chuquisaca Sucre y Arenales, en medio de aclamaciones. Asiste en Chuquisaca a la firma del acta de independencia del Alto Peru. La Asamblea de Chuquisaca declara a Sucre ciudadano de Bolivia y le entrega el mando supremo de la nueva nacion en la ausencia de Bolivar. En compañía del Libertador y los plenipotenciarios de Argentina y Peru, sube al Potosí y enarbolan las banderas de las republicas americanas.
 1826
 Nace Jose Maria, en La Paz, hijo natural de Sucre con Rosalía Cortez. Asume el mando en Bolivia y el Congreso Constituyente le encomienda la presidencia por dos años. Encarga de la educacion en Bolivia a Simon Rodriguez. Propicia la fundacion de la Universidad de la Paz. Funda el periodico "El Condor" en Chuquisaca. Toma posecion constitucional de la presidencia de Bolivia.
 1827
 El gobierno de Bogotá restringe los poderes militares de Sucre en Bolivia. Enfrenta la sublevacion del Regimiento de Caballeria de Granadereros de Colombia. Comienza a darse un clima de intranquilidad politica en La Paz. Organiza en su primer año de gobierno la hacienda, celebra tratados comerciales con el Peru, decreta la entrega de tierras a los indios y organiza la agricultura.
 1828
 Se entrevista con Gamarra con el fin de evitar una crisis politica en la nueva nacion. En Chuquisaca se levanta un complot contra Sucre, inspirado por Gamarra y capitaneado por Casimiro Olañeta con la intencion de apartarlo del poder. Contrae matrimonio, por poder, con Mariana Carcelén quien se encuentra en Quito. Se retira del ejecutivo y deja un presidente encargado. Abandona Bolivia, deja su mensaje al congreso junto con el decreto de la nueva constitucion, textos politicos de gran importancia. Llega a Quito a encontrarse con su esposa. Es nombrado Jefe del Ejercito Colombiana para la campaña contra Peru.
 1829
 Parte de Quito a dirigir la guerra contra Peru. Triunfa en Tarqui contra el Ejercito Peruano dirigido por La Mar. Ofrece una capitulacion honrosa al Ejercito Peruano, exaltando la necesidad de la fraternidad americana. Nace la hija de Sucre con Mariana Carcelén. Sale de Quito a encontrarse con Bolivar en Popayan con el fin de evitar un enfrentamiento entre Venezuela y el poder central. La provincia de Cumaná lo nombra diputado al Congreso Admirable a celebrarse el proximo año.
 1830
 Llega a Bogotá para asistir al Congreso Constituyente de la Gran Colombia donde se decirirá el destino de la republica. Se instala el Congreso de la Gran Colombia. Se instala el Congreso y es electo presidente. El congreso le confiere la mision de tratar con los comisionados venezolanos. Llega a Tariba y se le impide proseguir. Regresa a Bogotá para asistir las últimas seciones del Congreso. Es asesinado en Berruecos cuando se dirigía a Quito a reunirse con su familia.

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El General Antonio José de Sucre nació en la ciudad de Cumaná, en las provicias de Venezuela, el 3 de Febrero de 1795, de padres ricos y distinguidos.
Recibió su primera educación en la capital de Caracas. En el año de 1808, principió sus estudios en Matemática para seguir la carrera de ingenieros. Empezada la revolución se dedicó a esta arma y mostró desde los primeros días una aplicación y una inteligencia que lo hicieron sobresalir entre sus compañeros. Muy pronto empezó la guerra, desde luego el General Sucre salió a campaña. Sirvió a las órdenes del General Miranda con distinción en los años 11 y 12. Cuando los Generales Mariño, Piar, Bermúdez y Valdés emprendieron la reconquista de su patria, en el año de 13, por la parte oriental, el joven Sucre les acompañó a una empresa la más atrevida y temeraria. Apenas un puñado de valientes, que no pasaban de ciento, intentaron y lograron la libertad de tres provincias. Sucre siempre se distinguía por su infatigable actividad, por su inteligencia y por su valor. En los célebre campos de Maturín y Cumaná se encontraba de ordinario al lado de los más audaces, rompiendo las filas enemigas, destrozándo ejércitos contrarios con tres o cuatro compañías de voluntarios que componían todas nuestras fuerzas. La Grecia no ofrece prodigios mayores. Quinientos paisanos armados, mandados por el intrépido Piar, destrozaron ocho mil españoles en tres combates en campo raso. El General Sucre era uno de los que se distinguían en medio de estos héroes.

El General Sucre sirvió al Estado Mayor General del Ejército de Oriente desde el año de 14 hasta el de 17, siempre con aquel celo, talento y conocimientos que los han distinguido tanto. El era el alma del ejército en que servía. El metodizaba todo; él lo dirigía todo, más, con esa modestia, con esa gracia, con que hermosea cuanto ejecuta. En medio de las combustiones que necesariamente nacen de la guerra y de la revolución, el General Sucre se hallaba frecuentemente de mediador, de consejo, de guía, sin perder nunca de vista la buena causa y el buen camino. El era el azote del desorden y, sin embargo, el amigo de todos.

Su adhesión al Libertador y al Gobierno lo ponían a menudo en posiciones difíciles, cuando los partidos domésticos encendían los espíritus. El General Sucre quedaba en la tempestad semejante a una roca, combatida por las olas, clavando los ojos en la patria, en la justicia y sin perder, no obstante, el aprecio y el amor de los que combatía.

Después de la batalla de Boyacá, el General Sucre fue nombrado Jefe del Estado Mayor General Libertador, cuyo destino desempeñó con su asombrosa actividad. En esta capacidad, asociado al General Briceño y Coronel Pérez, negocio el armisticio y regularización de la guerra con el General Morillo el año de 1820. Este tratado es digno del alma del General Sucre: la benignidad, la clemencia, el genio de la beneficencia lo dictaron; él será eterno como el más bello monumento de la piedad aplicada a la guerra; el será eterno como el nombre del vencedor de Ayacucho.

Luego fue destinado desde Bogotá, a mandar la división de tropas que el Gobierno de Colombia puso a sus órdenes para auxiliar a Guayaquil que se había insurreccionado contra el Gobierno Español. Allí Sucre desplegó su genio conciliador, cortés, activo, audaz.

Dos derrotas consecutivas pusieron a Guayaquil al lado del abismo. Todo estaba perdido en aquella época: nadie esperaba salud, sino en un prodigio de la buena suerte. Pero el General Sucre se hallaba en Guayaquil, y bastaba su presencia para hacerlo todo. El pueblo deseaba librarse de la esclavitud: el General Sucre, pues, dirigió este noble deseo con acierto y con gloria. Triunfa en Yaguachi, y libró así a Guayaquil. Después un nuevo ejército se presentó en las puertas de esta misma ciudad, vencedor y muy fuerte. El General Sucre lo conjuró, lo rechazó sin combatir. Su política logró lo que sus armas no habrían alcanzado. La destreza del General Sucre obtuvo un armisticio del General español, que en realidad era una victoria. Gran parte de la batalla de Pichincha se debe a esta hábil negociación; porque sin ella, aquella célebre joranda no habría tenido lugar. todo habría sucumbido entonces, no teniendo a su disposición el General Sucre medios de resistencia.

El General Sucre formó, en fin, un ejército respetable durante aquel armisticio con las tropas que levantó en el país, las que recibió del Gobierno de Colombia y con la división del General Santa Cruz que obtuvo del Protector del Perú, por resultado de su incansable perseverancia en solicitar por todas partes enemigos a los españoles poseedores de Quito.

La Campaña terminó la guerra del Sur de Colombia, fue dirigida y mandada en persona por el General Sucre; en ella mostró sus talentos y virtudes militares; superó dificultades que parecían invencibles; la naturaleza le ofrecía obstáculos, privaciones y penas durísimas: mas a todo sabía remediar su genio fecundo. La batalla de Pichincha consumó la obra de su celo, de su sagacidad y de su valor. Entonces fue nombrado, en premio de sus servicios, general de división e Intendente del Departamento de Quito. Aquellos pueblos veían en él su Libertador, su amigo; se mostraban más satisfechos del jefe que les era destinado, que de la libertad misma que recibían en sus manos. El bien dura poco, bien pronto lo perdieron.

La pertinaz ciudad de Pasto se subleva poco después de la capitulación que les concedió el Libertador, con una generosidad sin ejemplo en la guerra. La de Ayacucho, que acabamos de ver con asombro, no le era comparable. Sin embargo, este pueblo ingrato y pérfido obligó al General Sucre a marchar contra él, a la cabeza de unos batallones y escuadrones de la guardia colombiana. Los abismos, los torrentes, los escarpados precipicios de Pasto fueron franqueados por los invencibles de Colombia. El General Sucre los guiaba, y Pasto fue nuevamente reducido al deber. El General Sucre, bien pronto, fue destinado a una doble misión militar y diplomática cerca de este gobierno, cuyo objeto era hallarse al lado del Presidente de la República para intervenir en la ejecución de las operaciones de las tropas colombianas auxiliares del Perú. Apenas llegó a esta capital, que el gobierno del Perú le instó, repetida y fuertemente, para que tomase el mando del ejercito unido; él se denegó a ello, siguiente su deber y su propia moderación hasta que la aproximación del enemigo con fuerzas muy superiores convirtió la aceptación del mando en una honrosa obligación.

Todo estaba en desorden: todo iba a sucumbir sin un jefe militar que pusiese en defensa la plaza del Callao, con las fuerzas que ocupaban la capital. El General Sucre tomó, a su pesar, el mando.

El Congreso, que había sido ultrajado por el Presidente Riva-Agüero, depuso a este magistrado luego que entró en el Callao, y autorizó al General Sucre para que obrase militar y políticamente como Jefe Supremo. Las circunstancias eran terribles, urgentísimas: no había que vacilar, sino obrar con decisión.

El General Sucre renunció, sin embargo, el mando que le confería el Congreso, el que siempre insistía con mayor ardor en el mismo empeño, como que era el único hombre que podía salvar la patria en aquel conflicto tan tremendo. El Callao encerraba la caja de Pandora, y al mismo tiempo era el caos. El enemigo estaba a las puertas con fuerzas dobles: la plaza no estaba preparada para un sitio: los cuerpos del ejército que la guarnecían eran de diferentes estados, de diferentes partidos; el Congreso y el Poder Ejecutivo luchaban de mano armada; todo el mundo mandaba en aquel lugar de confusión, y al parecer el General Sucre era responsable de todo. El, pues, tomó la resolución de defender la plaza, con tal que las autoridades supremas la evacuasen, como ya se había determinado de antemano por parte del Congreso y del Poder Ejecutivo. Aconsejó a ambos cuerpos que se entendiesen y transigiesen sus diferencias en Trujillo, que era el lugar designado para su residencia.

El General Sucre tenía ordenes positivas de su Gobierno de sostener al Perú, pero de abstenerse de interferir en sus diferencias intestinas; esta fue su conducta invariable, observando religiosamente sus instrucciones. Por lo mismo, ambos partidos se quejaban de indiferencia, de indolencia, de apatía por parte del General de Colombia, que si habia tomado el mando militar había sido con suma repugnancia y sólo por complacer a las autoridades peruanas; pero bien resuelto a no ejercer otro mando que el estrictamente militar. Tal fue su comportamiento en medio de tan díficiles circunstancias. El Perú puede decir si la verdad dicta estas líneas.

Las operaciones del General Santa Cruz en el alto Perú habían empezado con buen suceso y esperanzas probables. El General Sucre había recibido órdenes de embarcarse con cuatro mil hombres de las tropas aliadas hacia aquella parte. En efecto dirige su marcha con tres mil colombianos y chilenos; desembarca en el puerto de Quilca, y toma la ciudad de Arequipa. Abre sus comunicaciones con el General Santa Cruz que se hallaba en el Alto Perú; a pesar de no recibir demanda alguna de dicho General, de auxilios, dispone todo para obrar inmediatamente contra el enemigo común. Sus tropas habían llegado muy estropeadas, como todas las que hacen la misma navegación; los caballo y bagajes, había costado una inmensa dificultad obtenerlos; las tropas de Chile se hallaban desnudas, y debieron vestirse antes de emprender una campaña rigurosa. Sin embargo, todo se ejecutó en pocas semanas. Ya la división del General Sucre había recibido parte del General Santa Cruz, que la llamaba en su auxilio, y algunas horas después de la recepción de este parte estaba en marcha, cuando se recibió el triste anuncio de la disolución de la mayor parte de la división peruana en las inmediaciones del Desaguadero. Por entonces todo cambia de aspecto. Era, pues, indispensable mudar el plan. El General Sucre tuvo una entrevista con el General Santa Cruz en Monquegua, y allí combinaron sus ulteriores operaciones. La división que mandaba el General Sucre vino a Pisco y de allí pasó, por orden del Libertador, a Supe para oponerse a los planes de Riva-Agüero que obraba de concierto con los españoles.

En estas circunstancias el General Sucre instó al Libertador porque le permitiese ir a tomar el valle de Jauja con las tropas de Colombia, para oponerse allí al General Canterac, que venía del Sur. Riva-Agüero había ofrecido cooperar a esta maniobra más su perfidia pretendía engañarnos. Su intento de dilatarla hasta que llegasen los españoles, sus auxiliares. Tan miserable treta no podía alucinar al Libertador, que la había previsto con anticipación, o más bien la conocía por documentos interceptados de los traidores y de los enemigos.

El General Sucre dio en aquel momento un brillante testimonio de su carácter generoso. Riva-Agüero lo había calumniado atrozmente: lo suponía autor de los decretos del Congreso; el agente de la ambición del Libertador; el instrumento de su ruina. No obstante esto, Sucre ruega encarecida y ardientemente al Libertador, para que no lo emplee en la campaña contra Riva-Agüero, no aún como simple soldado; apenas se pudo conseguir de él, que siguiese como un espectador y no como un jefe del ejército unido; su resistencia era absoluta. El decía que de ningún modo convenía la intervención de los auxiliares en aquella lucha, e infinitamente menos la suya propia, porque se le suponía enemigo personal de Riva-Agüero y competidor al mando. El Libertador cedió con infinito sentimiento, según se dijo, a los vehementes clamores del General Sucre. El tomó en persona el mando del ejército, hasta que el general La Fuente por su noble resolución de ahogar la traición de su jefe, y la guerra civil de su patria, prendió a Riva-Agüero y sus cómplices. Entonces el General Sucre volvió a tomar el mando del ejército; lo acantonó en la Provincia de Huailas, donde se le ordenó; y allí su economía desplegó todos sus recursos para mantener con comodida y agrado a las tropas de Colombia. Hasta entonces aquel departamento había producido muy poco, o nada al Estado. Sin embargo el General Sucre establece el orden más estricto para la subsistencia del ejército, conciliando, a la vez, el sacrificio de los pueblos, y disminuyendo el dolor de las exacciones militares con su inagotable bondad y con su infinita dulzura. Así fue que el pueblo y el ejército se encontraron tan bien cuanto las circunstancias lo permitían.

Sucre tuvo órdenes de hacer un reconocimeinto de la frontera, como lo efectuó con el esmero que acostumbra, y dictó además aquellas providencias preparatorias que debían servirnos para realizar la proxima campaña.

Cuando la traición del Callao y de Torre-Tagle llamaron los enemigos a Lima, el General Sucre recibió órdenes de contrarrestar el complicado sistema de maquinaciones pérfidas que se extendió en todo el territorio contra la libertad del país, la gloria del Libertador, y el honor de los colombianos. El General Sucre combatió con suceso a todos los adversarios de la buena causa; escribió con sus manos resmas de papel para impugnar a los enemigos del Perú y de la libertad; para sostener a los buenos, y para confortar a los que comenzaban a desfallecer por los prestigios del error triunfante. El General Sucre escribía a sus amigos que más interés había tomado por la causa del Perú, que por la que fuese propia o perteneciese a su familia. Jamás había desplegado un celo tan infatigable; más sus servicios no se vieron burlados: ellos lograron retener en la causa de la patria, a muchos que la habrían abandonado sin el empeño generoso de Sucre. Este General tomó al mismo tiempo a su cargo la dirección de los preparativos que produjeron el efecto maravilloso de llevar el ejército al valle del Jauja por encima de los Andes, helados y desiertos. El ejército recibió todos los auxilios necesarios debidos, sin duda, tanto a los pueblos peruanos que los presentaban como al jefe que los había ordenado tan oportuna y discretamente.

El General Sucre después de la acción de Junín se consagró de nuevo a la mejora y alivio del ejército. Los hospitales fueron provistos por él, y los piquetes que venían de alta al ejército, eran auxiliados por el mismo General; estos cuidados dieron al ejército dos mil hombres, que quizás habrían perecido en la miseria sin el esmero del que consagra sus desvelos a tan piadoso servicio. Para el General Sucre todo sacrificio por la humanidad y por la patria, le parece glorioso. Ninguna atención bondadosa es indigna de su corazón: él es el general del soldado.

Cuando el Libertador lo dejó encargado de conducir la campaña durante el invierno que entraba, el General Sucre desplegó todos los talentos superiores que lo habían conducido a obtener la más brillante campaña de cuantas forman la gloria de los hijos del nuevo mundo. La marcha del ejército unido desde la Provincia de Cotabamba hasta Huamanga, es una operación insigne, comparable quizá a lo más grande que presenta la historia militar. Nuestro ejército era inferior en mitad al enemigo, que poseía infinitas ventajas materiales sobre el nuestro. Nosotros nos veíamos forzados a desfilar sobre riscos, gargantas, ríos, cumbres, abismos, siempre en presencia de un ejército enemigo y siempre superior. Esta corta, pero terrible campaña, tiene un mérito que todavía no es bien conocido en su ejecución: ella merece un Cesar que la describa.

La Batalla de Ayacucho es la cumbre de la gloria americana, y la obra del general Sucre. La disposición de ella ha sido perfecta, y su ejecución divina. Maniobras hábiles y prontas desbarataron en una hora a los vencedores de catorce años, y a un enemigo perfectamente constituido y hábilmente mandado. Ayacucho es la desesperación de nuestros enemigos. Ayacucho semejante a Water loo, que decidió del destino de Europa, ha fijado la suerte de las naciones americanas. Las generaciones venideras esperan la victoria de Ayacucho para bendecirla, y contemplarla sentada en el trono de la libertad, dictando a los americanos el ejercicio de sus derechos, y el imperio sagrado de la naturaleza.

El General Sucre es el Padre de Ayacucho: es el redentor de los hijos del Sol; es el que ha roto las cadenas con que envolvió Pizarro el imperio de los Incas. La posteridad representará a Sucre con un pie en el Pichincha y el otro en el Potosí, llevando en sus manos la cuna de Manco-Capac y contemplando las cadenas del Perú rotas por su espada.

Lima 1825.


En Cumana se decía que el que no era familia de Sucre era familia del Caballo.
fueron sus Padrinos Antonio Patricio Alcala y Centeno  y  Doña Juana Jeronima Sanchez.


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