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sábado, 29 de octubre de 2022

Garci González de Silva Maestre de Campo ★Bisabuelo n°10★ Ref: GG-1546 |•••► #ESPAÑA 🏆🇪🇸★ #Genealogía #Genealogy


 10° Bisabuelo/ Great Grandfather de: Carlos Juan Felipe Antonio Vicente De La Cruz Urdaneta Alamo →Garcí González de Silva, Maestre de Campo is your 10th great grandfather.


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 (Linea Materna)

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Garcí González de Silva, Maestre de Campo is your 10th great grandfather.of→ Carlos Juan Felipe Antonio Vicente De La Cruz Urdaneta Alamo→  Morella Álamo Borges

your mother → Ángel Álamo Ibarra

her father → Angel Esteban del Carmen Alamo Herrera

his father → Dr. Angel Maria de la Encarnación Alamo y Conde

his father → José Angel del Álamo y del Barrio

his father → Maria de la Encarnación del Barrio Bohórquez

his mother → Ignacio Barrio Ascanio

her father → Diego Tomás del Barrio Gómes

his father → Gregorio del Barrio y López, Capitán

his father → Diego del Barrio

his father → María de Silva y Rojas

his mother → Garcí González de Silva, Maestre de Campo

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Garcí González de Silva, Maestre de Campo 

Gender: Male

Birth: circa 1546

Mérida, Badajoz, Extremadura, Spain

Death: 1625 (73-83)

Caracas, Venezuela

Place of Burial: Iglesia Catedral, Caracas, Venezuela (Venezuela, Bolivarian Republic of)

Immediate Family:

Son of Lorenzo González Hidalgo y Calderón and Leonor Silva Jerez

Husband of Beatriz Gómez de Agüero y Rojas

Father of Gaspar Antonio González de Silva y Rojas; Baltasar González de Silva y Rojas, Capitan Poblador; María de Silva y Rojas; Melchor González de Silva y Rojas; Diego González de Silva y Rojas, Alférez and 5 others


Added by: Eduardo José Troconis Troconis on January 22, 2009

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González de Silva, Garcí,

natural de Mérida, en Extremadura, hijo de Don Lorenzo González y de Doña Leonor de Silva, en 1609, declara tener más de sesenta años de edad; por primera vez vino a Indias con su tío Don Pedro Maraver de Silva, en clase de soldado; al mando del Capitán Martín Proveda, anduvo por el Perú, San Juan de los Llanos y el Nuevo Reino en solicitud de El Dorado, regresan tío y sobrino a España, viene a Venezuela, en 1569 con el carácter de Alférez en la expedición con que Maraver de Silva intenta la conquista de los omeguas; llegados a Valencia del Rey, cansados de la condición áspera y grosera de su tío, él y treinta expedicionarios, entre quienes se contaba a Alonso Díaz Moreno, el de Santa Olalla, lo abandonaron y se escondieron en el hato de Patanemo y Guacara de Alonso Díaz, quien hizo las gestiones necesarias para acomodarlos en la despoblada Santiago de León, cuya población había venido muy a menos; de allí enviaron al Capitán Gabriel de Avila con algunos hombres para que los escoltara y condujera a la ciudad expresada. Llegó Garci González de Silva muy oportunamente y desde el primer instante hizo sentir su fuerte personalidad; dominó a los tarmas, envalentonados por los rechazos infligidos a Sancho del Villar y a Francisco de Vides, habiendo muerto en la lucha el cacique Prepocunate; emprendió campaña contra los teques, capitaneados por el cacique Conopoima, en la cual tuvo lugar el episodio del indio Sorocaima. En 1575 salió con Francisco Carrizo a una expedición punitiva contra los indios de Tácata, quienes habían matado a los españoles Juan Pascual y Diego Sánchez, en la cual dio muerte, luego de fuerte pelea, al indio Yoraco, el poseedor de un collar de piedras coloradas, que restañaba la sangre del herido que lo cargara en el cuello; el año siguiente salió a campaña contra los quiriquires, acaudillados por Parayauta, el principal motor de las muertes de los españoles arriba nombrados; en el combate logró herir y apresar al Cacique, y con la hidalguía española, tan escasa entre quienes venían a Indias, lo hizo curar y poner en libertad, con tan buenos resultados que el beneficiado y otros principales dejaron las armas y se rindieron al generoso vencedor. Días más tarde salió a someter, con treinta hombres, a Paramaconi, cacique de los toromaimas, a quien en lucha personal logró herir tan gravemente, que por algún tiempo se le tuvo por difunto, hasta que sanado de sus heridas, se presentó en Santiago de León con ofrecimientos de paz y sumisión, trabó amistad con su heridor Garci González de Silva, cuya casa, en lo sucesivo, le servía de hospedaje en sus visitas a la ciudad. Pacificada un poco la Provincia, Garci González de Silva y su concuñado Francisco Infante, con sólo dos soldados, salieron a visitar en el partido de Salamanca, una encomienda que ambos disfrutaban de por mitad; recibidos en paz por los indios quiriquires, fueron sorprendidos por un violento ataque mientras dormían, salieron heridos los dos soldados, Infante y Silva, aquél mucho más que éste, emprendieron los cuatro la retirada, a poco murieron los dos soldados, y con miles de dificultades, González de Silva, a pesar de sus lesiones, logró llevar en peso a Infante, como por tres leguas (quince quilómetros) hasta Paracotos, tierra de indios amigos; episodio cuya veracidad niega el Hermano Nectario María, quien dice que se trataba de una fiebre maligna y que González de Silva lo trajo a cuestas hasta aquel sitio. Poco después, no bien restablecido de sus quebrantos, González de Silva recibió órdenes del Gobernador Mazariegos de salir en campaña contra los caribes, quienes en marcha desde el Orinoco amenazaban a Valencia del Rey, empresa que acometió con algunos españoles, treinta caballos y varios indios amigos; a las orillas del río Tiznados hallaron los expedicionarios como doscientas cabezas humanas dejadas por los invasores; en prosecución de su marcha, en las riberas del Guárico, toparon con un pueblo quemado, sus habitantes muertos y divididos en cuartos y algunos asados para comerlos; los fugitivos caribes, a prisa se metieron en sus embarcaciones para bajar al Orinoco, no antes sin dejar prisioneros de González de Silva veintiséis indios, a quienes el Capitán español, en contradicción con su generosidad, hizo empalar y con tan triste hecho terminó su cometido. En seguimiento de instrucciones del Gobernador Juan de Pimentel (1576-1583), Garci González, con ciento treinta hombres, emprende la conquista de los cumanagotos, llega a los dominios del cacique Querecrepe, antiguo amigo de los cristianos, fallecido para entonces, pero sus tres hijos salieron a agasajar al conquistador, igual recibimiento le hizo el cacique de los palenques, el de Barutaima, los de la laguna de Cariamaná, y Don Juan Cabello, el cacique de los píritus, antiguo amigo de los invasores; se adelantó hacia la costa, llegó a la punta de Chacopata, donde sostuvo por varias horas una guazábara contra los indios cumanagotos, quienes abandonaron el campo con pérdida de ochenta y tres guerreros; tal encuentro ocasionó que, reunidos los naturales a orillas del río Unare, presentaran nueva batalla a los intrusos, con el natural triunfo de éstos, poseedores de mejor armamento; prosiguió al conquistador su marcha; retrocedió hasta dar con Querecrepe, donde estableció su cuartel general; libró contra más de tres mil cumanagotos la batalla de Unare, con la consiguiente victoria española; luego Garci González de Silva fundó la ciudad de Espíritu Santo, que rodeó de fuerte empalizada de maderos gruesos, la dejó bajo la custodia del capitán Fernández de León, el futuro fundador de Guanaguanare, mientras el caudillo hacía otra salida contra los cumanagotos, quienes habían juntado doce mil hombres (no olvidar que Oviedo y Baños era hombre de mucha imaginación), quienes presentaron batalla en el sitio de Cayaurima, donde gracias a la estrategia indígena, los españoles quedaron mal parados y hubieron de emprender la marcha hacia las cabañas de Píritu, siempre perseguidos por los implacables vencedores; muchos capitanes y soldados españoles estaban por la retirada, palabra desconocida en las empresas de González de Silva; con todo, ante la huida de los indios amigos que le servían de guías, se vio en el caso de regresar a Espíritu Santo, donde halló un despacho del Gobernador Pimentel, le decía que si la conquista de los cumanagotos no daba señales de terminar, la abandonase, despoblara la ciudad que había fundado y pasara a la conquista de los quiriquires, noticia que fue recibida con alegría por muchos; marcharon González de Silva y compañía a su nuevo destino, los quiriquires los recibieron en paz, repobló la ciudad del Espíritu Santo, esta vez en las vertientes del río Itecuao, lo que hizo ver a los naturales que sus visitantes no tenían intenciones de marcliarse, estalló un general alzamiento, que el Capitán español ahogó con sangre, suplicios, tormentos y cuchillo, con lo cual consiguió la sujeción al vasallaje de los naturales; luego de ello Garci González regresó a Caracas a dar cuenta al Gobernador y pedir facultades para otorgar encomiendas entre sus soldados; quienes habían permanecido en la nueva ciudad, sin el respeto que tenían al fundador, la abandonaron y cada uno cogió para donde les plugo.

En 1584, por mandato del Gobernador Don Luis de Rojas (15821589), abrió operaciones contra los caribes; esta vez con treinta y seis jinetes, sesenta infantes, cien indios aruacos y veinte caballos; a costa de una herida recibida en un muslo, derrotó a sus contrarios; en 1589, aparece de regidor perpetuo, juez de comisión, depositario general y Tenedor de Bienes de Difuntos; pese a ello, su nombre no figura entre los funcionarios de dicho año; en 1590 es Regidor; en el 91, 92 y 93 Regidor Perpetuo; el 94, aunque continúa en el mismo cargo, no fue de los compradores del oficio, que desempeña hasta la junta del Cabildo del 15-06-1594; en las elecciones de 1595, sale electo Alcalde Ordinario junto Francisco de Rebolledo; como Osorio, al parecer por miedo, salía a hacer sus visitas oficiales al interior en la temporada de los corsarios, o sea, en el lapso comprendido entre la navidad y agosto, ambos funcionarios quedaron encargados del Gobierno de la Provincia; en tal tiempo se presentó en las costas de La Guaira el inglés Amias Preston; Rebolledo y González de Silva salieron al encuentro del enemigo, con escasas y mal armadas tropas, por el camino real de La Guaira, a tiempo que el corsario y sus tropas tramontaban el Avila por oculta vía guiados por el traidor Villalpando, ocuparon a Caracas por varios días con los acostumbrados saqueos e incendios; los Alcaldes sitiaron a los corsarios por varios días, hasta que se retiraron el 3 de junio; en las elecciones del 01-01-1586 salió elegido Procurador General; con la aprobación del Gobernador Gonzalo de Piña Ludueña, ejerció interinamente el oficio de Tesorero de la Real Hacienda, en substitución de Francisco Gómez de Ubierna; y como Contador provisional de la misma en lugar de Diego Vásquez de Escobedo; con Nicolás de Peñalosa Tesorero en propiedad, desempeñó el oficio de Contador desde el 07-10-1597 hasta el 11-03-1598; en enero de 1609 el Gobernador Sancho de Alquiza (1606-1611) favoreció a González de Silva con el título de Maestre de Campo y su Teniente General en la Provincia de Nirgua y en ejercicio de sus funciones pacificó los valles de Aragua; González de Silva, y el Capitán Quintana, conducían personalmente para Caracas, con poquísima escolta, una carga de oro proveniente de las minas de Buría; los jirajaras, acaudillados por el cacique Pirófano, empezaron la pelea con la idea de quitarles la vida y el tesoro, al llegar al cerro del Picacho arreciaron la cometida, en el cual estuvo a pique de perecer el jefe español, en recuerdo del hecho existe todavía un sitio con el nombre de "Garci González"; tramontaron el cerro, pasaron por la planicie que años después ocupó la ciudad de Nirgua, pero los atacantes, les salieron en el sitio que hoy ocupa el pueblo de Salom, se reanudó el ataque, murió el Capitán Quintana, cuyo nombre legó al sitio donde pereció; fue la última acción bélica del gran caudillo; andaba, como se dice arriba, por los sesenta años. Fue hombre de intensa actividad económica, que lo llevó a ser el hombre más rico de su tiempo, tal como sus hechos militares lo destacaron, como el más notable conquistador español de Venezuela. El 08-04-1568, se hizo la primera repartición de tierras entre Miguel Fernández, Baltasar Fernández, Santa Cruz, Cascajales, Alonso Gil, Juan Gallego, Cabos y su madre, Gonzalo Rodríguez y Giraldo; paulatinamente, González de Silva compró ocho de estas encomiendas, quedando fuera de sus manos la de Gonzalo Rodríguez, quien no quiso vender la suya; por estos mismos tiempos ha debido de adquirir los terrenos del ancón (rincón) de Agustín de Ancona, otros de Gonzalo de Clavijo, Juan Gallegos y de Juan Fernández de León; en tales terrenos, situados en lo que ahora es La Vega, Distrito Federal, estableció siembras de frutos menores, maíz, caraotas y trigo, los cuales abastecieron a Santiago de León; con autorización del Cabildo, había sacado una acequia para regar sus tierras de las vegas y el ancón; poseía, igualmente, tierras y estancias en la quebrada de Anauco, otorgadas por dicho Cabildo; amén de un solar en Santiago de León, en el cual tenía su vivienda; lo mismo, tierras de labor, estancias y hatos en los valles de Aragua. En la data de composición del 20-05-1594, el Gobernador Osorio le confirma el título de una gran extensión de terrenos que antes le había concedido el Cabildo en Cagua; el mismo año solicita y obtiene de los Alcaldes Ordinarios de Santiago de León otra enorme cantidad de tierras, que abarcaba, desde Cagua, Villa de Cura, hasta la laguna de Tacarigua; en 1620, el Regidor Rodrigo de León dio a González de Silva el dominio y posesión de las sabanas que llamaban Las Guaduas, que empezaban desde el paso de la quebrada del mismo nombre hasta la confluencia de los ríos Guárico y Boquichico, con todas las aguas y vertientes de ambos ríos, de una banda a otra, y por la parte de arriba llegaba hasta la culata de la laguna de Tacarigua. Pero Garci González de Silva era insaciable de tierras, y he aquí que en unión de Mateo Díaz de Alfaro, en 1594, pide al Gobernador Osorio otra inmensa extensión, desde la Loma de Hierro rumbo al Sur, pasando por encima de la vecina cordillera y el camino que conducía a la mina de San Juan, línea recta al Orinoco, según Castillo Lara, porción de terrenos que le fue concedida por sólo sesenta ducados de oro fino por vía de composición. Con tal poder económico, sin gran sacrificio, pudo emprender las expediciones contra los cumanagotos y contra los caribes, ambas a su costa y minción. Gozó de una renta de veinte mil pesos y fue dueño de doscientos esclavos, quienes podrían valer unos cuarenta mil pesos. Para tener idea del valor de dinero, es de saber que una arroba (once quilas y medio) de carne costaba dos reales; dos lomos, que deben de ser los lomitos de ahora, se compraban por un real. Este poder tan grande de Garci González de Silva, trae a la memoria las palabras de San Agustín: "los grandes imperios son grandes latrocinios", vigentes antaño y hogaño. Con tantas riquezas, González de Silva tuvo riñones, el 21-10-1598, para dar poder a Diego de Ibarra, vecino de Santo Domingo, a la sazón en la Corte, para solicitar la concesión de mercedes en remuneración de sus servicios. El último cargo que obtuvo, ya muy viejo, fue el de Teniente General de Guerra, que le expidió el Gobernador Don Juan de Meneses y Padilla (1623-1630); murió en 1525 [sic] y fue sepultado en la iglesia catedral de Santiago de León, donde enterraban a los muertos ilustres y adinerados. Casó con Doña Beatriz de Rojas o con Doña Ana de Rojas, hijas ambas de Don Diego Gómez de Agüero y de su mujer Doña Ana de Rojas; hijos del matrimonio fueron: Baltasar, bautizado el 16-11-1578; Melchor, bautizado el 12-03-1583; Diego, bautizado el 09-05-1583, casado con Doña Melchora de Alfaro; José, bautizado el 13-10-1586; Ana, bautizada el 12-06-1588; Gaspar quien casó con Doña Clara de Guevara Rojas, hija de Juan de Guevara el Mozo; Doña María de Silva y Rojas, mujer de Don Damián del Barrio Salazar. Se puede pensar que Garci González de Silva, Guacaipuro y Francisco Fajardo fueron las cumbres de la venezolanidad del siglo XVI (SILVA MONTAÑES, I.: Hombres y mujeres del siglo XVI venezolano. Tomo II. ANH. Caracas 1983. pp. 264-269).


OLA



Don Garci González de Silva (González Hidalgo y Silva) que forma en Venezuela este linaje con el apellido que usa. Nace en Mérida alrededor de 1546, lo cual se deduce de su información de calidad donde prueba sus méritos y servicios, en el año. de 1590, donde declara tener 44 años. Muy joven pasó a América con su tío, el Capitán Don Pedro Maraver de Silva a quien acompaña en las campañas del Perú y Nueva Granada, á las órdenes de Martín de Poveda, cuando en el año de 1566, habiendo salido de Chapapoyas, en el Perú, hacia nuevas conquistas y atravesando la Cordillera de los Andes, desembocaron en la inmensa llanura donde soportan toda clase de incomodidades v contratiempos. El hambre, las enfermedades y los sufrimientos son los inseparables conpañeros de ese valeroso contingente; las noticias de algunos indios que encuentran en tan inhóspitos sitios les conducen al Norte, donde, según su decir, todo lo que hallaran en las poblaciones que encontrarían siguiendo siempre al Norte, era labrado y enriquecido de oro. Continuando ese camino salen por San Juan de los Llanos hasta la ciudad de Santa Fé de Bogotá en la firme creencia de que estaban a punto del descubrimiento de El Dorado. No obteniendo el triunfo deseado, acompaña a su tío, Pedro Maraver de Silva, en 1568 en su regreso a España donde éste solicita del Rey la merced de la Conquista proyectada, rnediando el patrocinio de Don Diego de Córdoba, lo cual obtiene y como adelanto en la conquista de los Omeguas, Omaguas y Quinacos y a cuyo territorio daría el nombre de Nueva Extremadura; también solicita Don Pedro el gobierno de todo lo que poblase, para él y su sucesor y la vara del Alguacil Mayor Perpetuo de la Chancillería que allí se pudiese fundar, amén de otras mercedes honoríficas y privilegios que le fueron concedidas y despachadas en Aranjuez el 15 de mayo de 1568. El 19 de marzo de 1569, sale en esta expedición de su tío con el grado de Alférez, arribando a fines del mes de mayo a Margarita, de donde siguieron a la ciudad de la Nueva Valencia del Rey. Con 140 hombres y ostentando el grado de Capitán, sale con su tío, de esta ciudad, el 2 de julio de dicho año, y, más tarde, es requerido por los Alcaldes de Caracas, quienes envían en su busca a Gabriel de Avila, puesto que la recién fundada ciudad, amén de despoblada y, por lo tanto, indefensa, se encontraba asediada y hostigada por los indígenas. Así, con un escaso contingente, que no alcanzaba el centenar de soldados, sale de Valencia por la vía de Mariara para realizar y llevar a feliz término una de las más impresionantes y brillantes actuaciones de la conquista. Es vencedor de Paramaconi, y de Tamanaco, caciques de Taramainas y los Mariches; guerrea en Tácata y Mamo, y pone en ejecución su expedición al oriente en tierras de Cumanagotos, en cuya ocasión ocurren las batallas de Unare y de Guárico y la fundación del pueblo de Píritu del Espíritu Santo, Residenciado en Caracas, desempeñó en ella casi la totalidal de los cargos civiles y militares. Depositario General perpetuo por merced real, Tesorero y Contador General de la Real Hacienda, Procurador General del Cabildo caraqueño en 1596, Regidor perpetuo de oficial real, Alcalde Ordinario en los años de 1582, 1583, 1595, 1602, 1611 y 1616. En 1595, es el vencedor del pirata Preston que logró entrar a Caracas y se atrincheró é hizo fuerte de su Iglesia Catedral. En 1609 alcanza el grado de Maestre de Campo y es Teniente de Capitán General del valle de Nirgua, designado como tal por el Gobernador Sancho de Alquiza. Como retribución a sus esfuerzos, hazañas e invalorables servicios , nunca discutidos y siempre reconocidos, poseyó las encomiendas, que heredaron sus descendientes, de Mamo, Tácata, Salamanca de los Mariches y Valle del Guayre (ITURRIZA GUILLÉN, C.: Algunas Familias Caraqueñas. Tomo I. Caracas 1967. pp. 323-324).


En el libro de Iturriza dice haber nacido en Mérida , España alrededor de 1546 ya que en 1590 cuando prueba sus meritos dice tener 44 años. Viene a América por primera vez en 1566 con su tio Don Pedro Maraver de Silva, pasa por Peru, Colombia (Bogotá) y regresa a España en 1568. En marzo de 1569, sale con su tio en calidad de Alférez arribando a Margarita a fines de mayo, de donde siguieron a Valencia del Rey; luego pasa a Caracas; es vencedor de Paramaconi, Tamanaco; guerrea en Tácata y Mamo; funda Priritu del Espíritu Santo. En Caracas se recidencia y ocupa casi todos los cargos civiles y militares posibles. En 1595 es vencedor del Pirata Preston. En 1609 alcanza el grado de Maestre de Campo y Teniente de Capitanía General del valle de Nirgua

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Beatriz Gómez de Agüero y Rojas

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Gaspar Antonio González de Silv...

son


Baltasar González de Silva y Ro...

son


María de Silva y Rojas

daughter


Melchor González de Silva y Rojas

son


Diego González de Silva y Rojas...

son


José González de Silva y Rojas

son


Dᵃ Ana González de Silva y Rojas

daughter


Francisca de Silva

daughter


Leonor de Silva

daughter


Diego de Silva

son


Lorenzo González Hidalgo y Cald...

father


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Agregado por: Ing. Carlos Juan Felipe Urdaneta Alamo, MD.IG.


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